Estudiar a distancia es una de las prácticas más habituales en la sociedad española actual, que por falta de tiempo o por comodidad, han decidido escoger esta modalidad de aprendizaje frente a las clases presenciales tradicionales.
Poder escoger los propios horarios de clases, estudiar sin moverse de casa, o valerse de las nuevas tecnologías para continuar complementando la formación son sólo algunas de las razones por las que los estudiantes prefieren el e-learning. Según resultados del Primer barómetro de e-learning en Europa, que han llevado a cabo recientemente CrossKnowledge, Ipsos y Fefaurentre, algunas de las ventajas de esta formación son:
- Gran calidad pedagógica, proceso de enseñanza más intuitivo y participativo para el estudiante
- Temarios adaptados a las necesidades reales de alumnos y docentes
- Los cursos e-learning han sido desarrollados en función de las necesidades del mercado, creándose programas específicos para aquellas áreas en las que se demandan profesionales altamente cualificados
- Según los encuestados, es importante el seguimiento que los tutores hacen de los alumnos, sintiendo éstos que forman parte del proceso de aprendizaje y siendo el centro de la enseñanza
- Dado que este tipo de enseñanza no requiere infraestructuras físicas, las empresas ven reducidos los costes de formación considerablemente, siendo cada vez más implementados en la empresa
- Diplomas acreditativos con la misma validez que un curso convencional
Entre los detractores de la formación a distancia, se indica como razones para no apostar por este tipo de educación, problemas con las infraestructuras informáticas, fallos de conexión, no contar con una plataforma adecuada, impersonalidad a la hora de la relación alumno-profesor, o bien barreras personales a la hora de aprender mediante el uso de las TIC.
El debate está servido y siempre habrá defensores y detractores de ambas posturas, lo cierto es que el e-learning ha supuesto una revolución en el panorama educativo y una solución a aquellos que necesiten reciclarse y seguir formándose sin necesidad de asistir a clases presenciales que les imposibiliten conciliar su tiempo personal con el profesional.
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