1. Cerrar las sesiones y aplicaciones una vez hemos terminado de utilizarlas,
2.Instalar herramientas de tracking y borrado remoto para que, al menos, no se queden datos en el teléfono si nos lo roban o lo perdemos.
3. Ser cuidadosos a la hora de instalar aplicaciones de una fuente o proveedor poco fiable. Siempre es importante tener un buen antivirus que identifique los sitios seguros donde vayamos a navega.
4. Mantener las aplicaciones y el sistema operativo de nuestro smartphone actualizados.
5. Leer atentamente las condiciones de uso y los permisos solicitados por las diferentes aplicaciones que descarguemos. La Agencia Española de Protección de Datos recibe 'muchas reclamaciones' de usuarios que no han leído condiciones de uso y, sin saberlo, autorizan a las aplicaciones para realizar las mismas actuaciones que luego denuncian (y que no son sancionables).
6. Evitar en lo posible el jailbreak o rooteado de dispositivos iOS y Android: a más de que dicha realización no es del todo legal no te garantiza la seguridad de tu movil o tablet.
7. 'Si no quieres que algo sea público, no lo digitalices'.
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