El futuro se encuentra en los sistemas de doble autenticación y en la biometría, campo en el que varias empresas españolas están en la vanguardia. Mientras tanto todos los expertos en seguridad dan el mismo consejo: generar contraseñas más complejas para, en la medida de lo posible, entorpecer el trabajo de los ladrones de datos.
Como ha escrito el experto en informática de The New York Times, Farhad Manjoo, “no mandes un mail, no subas una foto a la nube, no mandes un mensaje de texto, al menos si tienes cualquier esperanza de que siga siendo privado”. El problema está en que cada vez tenemos más datos y más importantes en Internet, ya sean bancarios, profesionales o personales, y cada vez están más expuestos.
En la actualidad se han producido 30.000 robos de datos en todo tipo de empresas en los últimos diez años, con una inquietante aceleración en 2013 y 2014. Javier García Villalba, profesor del Departamento de Ingeniería de Software e Inteligencia Artificial de la Universidad Complutense de Madrid, asegura: “Una contraseña por sí sola ya no ofrece suficiente seguridad. Los ataques informáticos comprometen por igual cualquier contraseña, sea buena, mala o regular”.
Para muchos la era de las contraseñas se encuentran heridas de muerte, la clave no está sólo en incorporar sistemas de seguridad muy sofisticados utilizando los sensores de los que disponen los teléfonos para captar la voz, la imagen o las huellas dactilares.
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