Desde hace años, Estados Unidos es sinónimo de oportunidades, donde gente de origen humilde gracias a su tesón y esfuerzo pueden crear su negocio y cosechar éxitos. De los pequeños negocios en ciudades como Nueva York, hemos pasado a empresas que concentran su creación en torno a dos áreas: Silicon Valley y el área metropolitana de Boston.
¿Pero por qué Estados Unidos y no otro país? En el artículo del inversor inglés Paul Graham “Why startups condense in America?' se plantean estas cuestiones y trata de responderlas. Te contamos las conclusiones del artículo:
En primer lugar, EE.UU es un país permisivo en cuanto a la migración cualificada, por lo que acepta inmigrantes con ideas de negocio para poder establecerse allí. Además, otra ventaja de Estados Unidos respecto a potenciales competidores como China o Singapur son sus libertades civiles. Normalmente, la gente más creativa en el ámbito de la tecnología y la empresa son también personas que poseen su propia forma de pensar e ideología política.
Asimismo, la universidad es un foco de innovación que se aplica en el mundo empresarial, estrechando los lazos entre el mundo académico y el profesional, una brecha algo más compleja de cubrir en Europa. Por otro lado, la flexibilidad del mercado laboral y la cultura de autoempleo americana representan dos enormes ventajas respecto a lugares como Europa. Las empresas que están en fase de desarrollo o en sus primeras etapas de crecimiento afrontan una gran incertidumbre respecto al futuro de la misma. Por ello, es fundamental que disfruten de total libertad de contratación y despido.
Otra de las ventajas de emprender en EE.UU es que tiene una gran demanda interna, por lo que las ventas se multiplican sin necesidad de establecer links con empresas de otros continentes. Además su sistema de financiación, basado en el capital-riesgo y los angel investors (inversores anónimos que ofrecen crédito a las nuevas empresas para iniciarse en el mercado) es una gran ventaja para que las pequeñas empresas consigan salir a flote sin necesidad de solicitar créditos al banco.
Por todos estos factores podemos concluir que establecer un negocio en tierras norteamericanas sale más rentable que hacerlo en otro destino, sin embargo, cada vez son más los países de economías emergentes que se están poniendo al día imitando en la medida de lo posible algunas de las ventajas de los americanos, poniendo en riesgo el liderazgo del emprendimiento mundial.
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