Se define a la psicoterapia como un proceso de comunicación entre un psicoterapeuta y una persona que solicita su ayuda con el propósito de mejorar la calidad de vida del mismo, a través de un cambio es sus pensamientos, sentimientos o acciones. Es hacer consciente lo inconsciente o asociar lo disociado.
Cuando una persona se encuentra en conflicto, gran parte de su energía permanece atrapada en él. Esta falta de energía se suele transformar en un cansancio.
Si los conflictos siguen proliferando y absorben la energía puede acabar con la vida de la persona. Por esta razón es que los psicólogos ayudan a las personas a luchar contra los conflictos psíquicos.
El trabajo terapéutico consiste entonces en ayudar al paciente a ir resolviendo esos conflictos. De esta manera el paciente podrá canalizar esa energía de manera positiva.
Una persona que sufre es alguien que está dividido, hay una parte consciente y una inconsciente que no ve el problema. Ahí es cuando los conflictos presentan síntomas.
El terapeuta es un experto en buscar en el inconsciente del paciente, tratando de encontrar y extraer todo lo disociado. Es en cierta forma como armar un rompecabezas. Todas las sesiones con un terapeuta sirven en el sentido que vamos completando esas partes del rompecabezas.
En conclusión, la psicoterapia es de gran ayuda ya que el paciente sigue un proceso en el que va entendiendo distintos aspectos de su vida de los que antes no era consciente y comprender acerca de los que sí tiene consciencia para canalizarlos de mejor forma. Así la persona puede mejorar poco a poco y evitar que los problemas lo abrumen y le impidan seguir con su vida.
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