Pasamos muchas horas en el trabajo, y tener un buen ambiente laboral es imprescindible para nuestra salud mental. Según los expertos, muchas de las causas por las que se visita un especialista psicológico están relacionadas directamente con lo que ocurre dentro del entorno profesional.
Con la crisis, el número de trabajadores que reciben tratamiento psicológico para tratar su temor a perder su puesto laboral o sus condiciones de trabajo ha aumentado considerablemente. Asimismo, el estrés y un exceso de presión por parte de los superiores provoca que los empleados necesiten ayuda psicológica para gestionar la presión y saber trabajar correctamente bajo ese escenario. Hay que estar preparado para lo que venga, por lo que es importante contar con herramientas de autocontrol y saber manejar estas situaciones sin que ellas saquen lo peor de cada uno.
Además de la presión, tener un buen clima entre compañeros y superiores es importante para una buena salud laboral. Muchos de los casos de consultas a psicólogos tienen que ver con conflictos entre iguales o por problemas con los jefes, por lo que es vital saber reaccionar correctamente para no dejar que te afecte demasiado.
El rendimiento de los trabajadores españoles también es una cuestión que preocupa a los especialistas. Pasamos muchas horas en el trabajo, pero no todas son productivas. Está comprobado que hasta la hora de la comida, los trabajadores españoles dan el todo por el todo, pero es a partir de la hora de la comida cuando el rendimiento baja notablemente, y no aprovechamos el tiempo todo lo bien que deberíamos.
Reflexionar sobre el trabajo y aprender a disfrutar con él es crucial, hay que afrontar el trabajo con alegría y optimismo, y saber capear el temporal aplicando eso de... al mal tiempo, buena cara. A pesar de que tener una buena formación hace que podamos tener más oportunidades para mejorar en nuestro trabajo y disfrutar con él, lo cierto es que la crisis también ha provocado que jóvenes altamente preparados acudan al psicólogo para comentar sus frustraciones y miedos ante un futuro laboral incierto.
Por ello, hay que tomar las riendas de nuestra vida profesional, no dejando que el azar o las circunstancias condicionen nuestra carrera encontrando la mejor forma de aprender a no sufrir en el trabajo por algo que está en nuestra mano cambiar.
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