Durante el fin de semana, once universidades o escuelas técnicas españolas participan en la Fórmula Student, una competición entre equipos universitarios que deben mostrar su habilidad para diseñar, construir y gestionar un coche de fórmula, gestión del equipo incluida.
Entre las participantes, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona (ETSIB), la Universidad de Alcalá, la Universidad del País Vasco, la EUETIB de Barcelona, y TU de Madrid, en la categoría de 'Eléctricos' y TU de Navarra, Univ. Politécnica de Valencia, Universidad Europea de Madrid, Universidad de Castilla La Mancha, Universidad de Valladolid y TU de Madrid, en la de motores de Combustión. Además, el UPC de Terrassa también compite este fin de semana, pero lo hace en la prueba italiana de la F-Student.
Además de las universidades o escuelas españolas, unos 1.300 alumnos, tutelados por sus profesores, forman parte en esta competición. Hay equipos europeos en su mayoría pero también uno norteamericano. Durante los cinco días que dura el campeonato en total, los estudiantes deberán demostrar sus conocimientos y habilidades de gestión,su destreza para la construcción de un coche, como presentan un plan de marketing o su planificación económica. Pero el estar presentes significa ya un gran triunfo porque significa que han solventado muchos problemas técnicos y sobre todo financieros, ya sea con ayudas directas o el suministro de piezas.
En los 3 primeros días, los 'ingenieros' participantes deberán defender sus proyectos en las pruebas teóricas y en el fin de semana el espectáculo estará garantizado. Los pilotos entrarán en pista para demostrar su habilidad pilotando sus monoplazas en las pruebas de aceleración, de comportamiento de curva (skipad) y de resistencia endurance). Esta última
–el domingo 31 de agosto a las 10.00h-, es la prueba más emocionante del Formula Student Spain ya que los vehículos de deberán probar su durabilidad corriendo simultáneamente en grupos de hasta tres.
El F-Student ha sido ya realizado en países como la República Checa, donde quedó patente la destreza de algunos universitarios españoles que quedaron en muy buena posición técnicamente hablando. Este tipo de eventos muestran que aprendizaje y diversión no tienen por qué ir cada uno por su lado.
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