Ante la pregunta de cómo será la casa del futuro las predicciones que podemos obtener son de lo más variopinto: “cuevas urbanas” de treinta metros cuadrados, casas personalizadas en forma de disco o gusano, “rascasuelos”, edificios de un kilómetro de altura o casas rodantes.
Sin embargo lejos de todo eso, las verdaderas innovaciones se darán en el interior de las viviendas y tendrán su origen en la aplicación de la informática en las mismas, de esta manera en las próximas décadas no nos extrañará hallarnos inmersos en una situación como la que sigue : Entrar en casa y que automáticamente se encienden las luces de las estancias que vamos cruzando, se ponga en marcha el equipo estéreo con la emisora de radio que habitualmente nos tiene informados, desnudarnos en un baño previamente caldeado y colocarnos bajo el chorro de agua templada de la ducha. Mientras, en la cocina, una pantalla colgada en la pared muestra la forma de preparación de un menú sencillo y equilibrado elaborado con ingredientes que contiene la nevera. En toda esta secuencia nadie ha accionado un interruptor ni ha apretado ningún botón. No es magia, es DOMÓTICA o el conjunto de servicios de la vivienda garantizado por sistemas que realizan varias funciones, los cuales pueden estar conectados entre sí y a redes interiores y exteriores de comunicación, gracias a todo lo cual obtenemos un notable ahorro de energía, una eficaz gestión técnica de la vivienda, una buena comunicación con el exterior y un alto nivel de seguridad.
Hasta hace poco este tipo de vivienda sólo aparecía en la cinematografía, hoy va más allá de la imaginación y se ha convertido en una realidad, ahora son cada vez más las personas que apuestan por este tipo de hogares.
Una casa inteligente simultáneamente usa la electricidad, la electrónica y la informática, para crear un diseño arquitectónico propio, de tal manera que las personas que la habitan disfruten de mayores comodidades.
Las casas inteligentes además ahorran energía. Trabajan con un cerebro que es el que manda las instrucciones a cada área para que realice según la programación que se le haya asignado. Se programa para que sea capaz de llenar las necesidades y satisfacer una amplia gama de placeres personales: aumentar o disminuir la intensidad de la luz, calentar, enfriar, difundir la música, abrir y cerrar las persianas, entre otros. Los sistemas inteligentes mantienen un diálogo a distancia, mediante el computador, el teléfono fijo, la PDA o el teléfono celular.
El principio real de este tipo de viviendas se dio hace algunos años, cuando Estados Unidos y Japón comenzaron a utilizar la domótica, tecnología que permite controlar los aparatos y electrodomésticos del hogar a distancia.
Es inevitable, la tecnología nos esta alcanzando; así que sólo hace falta estar bien preparados y abiertos para aceptar todas las posibilidades que nos permitirán vivir más seguros, más cómodos y con la certeza de que estamos ahorrando y a la vez colaborando para tener un medio ambiente más saludable para nosotros y nuestros hijos.
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