A pesar de ello, es importante considerar que la reciente incertidumbre financiera podría tener un impacto negativo en el crecimiento económico del Producto Interno Bruto (PIB), aunque podría contribuir a frenar el aumento acelerado de la inflación.
En este contexto, el Banco de España ha publicado su "Informe trimestral y proyecciones económicas de la economía española", en el que señala un fortalecimiento gradual de la actividad económica en los próximos trimestres. Según el informe, en el primer trimestre del año se observó una evolución favorable en la afiliación a la Seguridad Social y una mejora en los indicadores de confianza, lo que respalda la posibilidad de un ligero aumento del Producto Interno Bruto (PIB) en un 0,3%, una décima más que la estimación anticipada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para el cuarto trimestre de 2022.
Para el conjunto del año, se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) aumente un 1,6% en términos reales, en comparación con el crecimiento del 5,5% registrado al cierre de 2022. Esta proyección representa un incremento de tres décimas con respecto a las estimaciones anteriores de diciembre, que preveían un crecimiento del 1,3%. La explicación radica en la debilidad de la actividad económica durante el segundo semestre del año pasado, lo que tendría un efecto negativo sobre la tasa promedio de crecimiento del PIB en 2023, sin que esta debilidad se compense con un crecimiento mayor esperado para el resto del año.
No obstante, se ha revisado a la baja el pronóstico de crecimiento para el año 2024, situándolo en un 2,3% en comparación con el 2,7% estimado anteriormente en diciembre. Por otro lado, se mantiene sin cambios en un 2,1% el impulso proyectado para el PIB en 2025. Con estas previsiones, se espera que el PIB de España recupere su nivel pre-pandemia en la segunda mitad de este año.
Fuente: cincodias.elpais.com
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