La mayoría de las universidades españolas cuentan en su rectorado con hombres. Según el estudio 'Igualdad en Cifras', presentado recientemente, hay menos de un 25% de todas los rectorados universitarios españoles dirigidos por mujeres.
Aunque el porcentaje de maestras es especialmente alto en las etapas educativas iniciales, en Infantil o Primaria, cae notablemente en la universidad donde ellas no llegan al 44% de representación. Mientras las catedráticas y rectoras no superan en ningún caso el 25%, como advierten desde la Fundación CyD. Eva Ferreira, rectora de la Universidad del País Vasco, está convencida que existe un techo de cristal. "Por desgracia sigue habiendo cierto sesgo a la hora de valorar la capacidad de las mujeres. Y eso indica que hay un cierto techo de cristal en las universidades", afirma.
En cuanto al alumnado, tanto en Formación Profesional como en la Universidad, la presencia femenina es especialmente baja en las disciplinas científicas y tecnológicas (STEM). Por ejemplo, en Construcción ellas no llegan ni al 30% del alumnado o en Informática son apenas el 14%.
Otro estudio analiza la presencia femenina en el ámbito del I+D y tras los resultados del mismo se puede afirmar que el número de mujeres en puestos de alta dirección académica ha descendido tomando como referencia años anteriores. Esta escasa presencia de mujeres en cargos de elección directa obedece tanto a circunstancia sociales como a los requisitos exigidos para concurrir al cargo, sobre todo para presentarse a rector”, apuntó Inés Sánchez de Madariaga, directora de Mujer y Ciencia de la Secretaría de Estado de I+D.
Otro dato significativo del estudio se refiere a la proporción de catedráticas y a la “segregación vertical que existe en la carrera investigadora”. De este modo, catedráticas y profesoras eméritas representan el 19,7% del total de ocupados en estos puestos. Sin embargo, ellas ocupan el 48,5% de los primeros contratos posdoctorales (ayudantes o auxiliares de investigación), cinco puntos más que la media europea. La proporción se reduce al 39% al llegar al nivel B (contratos estables como el de profesor titular en la universidad), lo que supone un punto por debajo de la media de la UE.
Aunque la tendencia es que poco a poco las mujeres ocupen altos cargos no sólo a nivel académico sino también empresarial, aún queda mucho trabajo por hacer y mucho que avanzar en este campo.
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