En un mundo cada vez más informatizado en el que las distancias se han reducido a un click, se hace necesario que los empresarios y los posibles consumidores acerquen posturas y se valgan de medios y avances tecnológicos para estrechar lazos.
Además de los cambios en la sociedad y la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos, el perfil del consumidor ha cambiado notablemente. Exigente, activo e inconformista son tres apelativos que podemos aplicar al consumidor del siglo XXI; de tal forma las empresas han tenido que revisar su reputación no solamente a nivel presencial sino también en los medios digitales. Las tradicionales Hojas de Reclamación se han tornado virtuales y es frecuente encontrar quejas o alabanzas- aunque en menor medida- de una empresa a través de la red. ¿Qué pueden hacer las empresas y negocios para tener de su lado la hiperconectividad de los consumidores? ¿y cómo deben obrar las Pymes, mucho más modestas, para sacar partido a este escaparate online?
Las grandes empresas pueden contratar especialistas en Social Media, Community Managers y más profesionales que han desarrollado su actividad laboral a partir del boom de las redes sociales. Para las Pymes, es algo más complejo: según un artículo de la publicación Mundo Emprendedor, la falta de tiempo o de recursos económicos dificulta más a las pequeñas empresas la labor de contratar especialistas en este ámbito a pesar de que más de una cuarta parte de ellas utiliza alguna red social para promocionar su marca, siendo la más utilizada Facebook.
El popular dicho 'da igual si hablan bien o mal de mí, pero que hablen' podría extrapolarse a la situación de las empresas en internet. Evidentemente, una mala crítica puede mermar la reputación de nuestra empresa, pero sin embargo también es un modo excepcional de poder enmendarse, sacar partido de la situación y evolucionar.
Sin duda, la hiperconectividad y las redes sociales sirven para mejorar la imagen de las compañías y unificar las comunicaciones. Los beneficios de la empresa serán mayores cuando los clientes estén satisfechos y eso hace recordar que, al parecer, el cliente siempre tiene la razón y la unión hace la fuerza.
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