A pesar de que la edad sigue siendo una de las variables más importantes para las empresas a la hora de escoger a sus futuros empleados, no está todo perdido para quienes ya han pasado los cuarenta años. No es sencillo puesto que, junto a los recién graduados, los parados por largo tiempo, las personas discapacitadas y las amas de casa, los desempleados de más de cuarenta años se han vuelto en uno de los colectivos más vulnerables desde el punto de vista de la reinserción laboral.
Las razones que para que se den estas circunstancias son múltiples. Se encuentran desde las pretensiones económicas, en consonancia con la experiencia profesional acumulada, hasta la existencia de cargas familiares (pareja, hijos, padres dependientes, etc.), que perjudica la flexibilidad horaria y la movilidad geográfica del trabajador.
Sin embargo, por regla general, los candidatos que han rebasado los cuarenta años cuentan con valiosos activos que no deben ser obviados por quienes realizan las selecciones para un empleo. Esto es una dilatada experiencia profesional, un muy amplio conocimiento de la realidad empresarial y una gran madurez emocional. Utilizar esto a tu favor puede abrirte muchas puertas, y contribuir a que tu regreso al mercado de trabajo se encuentre aún más cercano.
A continuación, están algunos consejos:
1. Primero que nada, optimismo. Cinco millones de parados demuestran que, en la actualidad, encontrar trabajo no es algo sencillo para nadie, independientemente de su edad. Intenta ser proactivo y mostrar entusiasmo, en especial durante las entrevistas de trabajo. Una actitud pesimista no sólo minará tu energía y efectividad en la búsqueda de oportunidades, sino que dará una mala imagen de ti ante quienes realizan la selección.
2. Mantén la mente abierta. Amplía tu abanico de opciones y no rechaces a la ligera ninguna oferta de trabajo. A pesar de que no se ajuste a tu perfil o a tus expectativas salariales, ésta puede situarte nuevamente en el mercado. Además, ten en cuenta que siempre puedes seguir buscando un trabajo mejor.
3. Realiza marketing personal. Hazte valer y aprende a venderte en las entrevistas de trabajo. Pon énfasis en tu experiencia, tu habilidad para trabajar en equipo y relacionarte con tus compañeros, tus conocimientos del sector...
4. Toma en cuenta tus contactos. A lo largo de tu trayectoria profesional, seguro que has tenido la oportunidad de conocer a muchas personas. Intenta retomar la relación con ellas, ya que podrían recomendarte o informarte acerca de oportunidades laborales que se ajusten a tu perfil.
5. Renueva tu formación. Si terminaste tus estudios hace tiempo, necesitarás ponerte al día. Aprovecha este tiempo de desempleo para estudiar, completar tu formación —¿qué tal apostar por un máster o curso de postgrado?— y adecuar tus conocimientos a las demandas del mercado. Presta atención exclusiva a la informática y las lenguas. En este sentido, realizar cursos de idiomas te ayudará a revalorizar tu currículum y te proporcionará una ventaja sobre el resto de candidatos.
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