La comunicación, es una forma de expresarnos y dar a conocer nuestras ideas ante los demás, y además es un instrumento básico para la sobre vivencia, por que por medio de la comunicación podemos obtener alimentos entre otros bienes que nos son de vital importancia, el hombre tiene la necesidad de comunicarse para sobrevivir, ya sea comunicándose de forma oral o escrita para comunicarse se debe saber el mismo código del receptor para que sea entendido, y bien por eso se dice que la comunicación es aprendida, y desde que nacemos aprendemos a comunicarnos de una manera u otra, los bebes se comunican o expresan lo que sienten o lo que quieren mediante gestos y gemidos y conforme van pasando los años aprende mas formas de comunicarse , aprendiendo el código que se les es enseñado en su hogar y lo que aprenden fuera de su hogar a comunicarse también por medio de la comunicación escrita.
Comunicación desde siempre se ha entendido como un intercambio. Este sustantivo puede servir además de sinónimo, ya que, según su definición más estricta, comunicación consiste en la transmisión de información de un sujeto a otro. Los que hemos estudiado carreras con contenidos relacionados con la comunicación nos conocemos al dedillo las múltiples opciones que los estudiosos de la materia han dado. Desde el clásico, y primario, receptor-emisor-mensaje, hasta teorías confusas, pasando por el siempre claro y meridiano Harold Dwight Lasswell, que se conformó con un axioma muy simple de circunscribir la teoría de la comunicación 'quién dice qué a quién en qué medio y con qué efecto'.
La comunicación es un flujo que se abre y que se agota en función de unos intereses claros. El lenguaje, y por ende, la comunicación, no pertenecen a ninguna ONG. No surgen por que sí. Lo hace para cubrir necesidades. Las dificultades llegan cuando hay una disfunción entre lo que se piensa y lo que se dice. O no se piensa lo que sale por la boca o no se dicen cosas que deberían decirse.
Las habilidades de comunicación se aprenden con la práctica. Por eso, los diversos métodos como son el aprendizaje cooperativo, la resolución de conflictos, la discusión entre compañeros y las actividades de democracia participativa, en los que se incrementan considerablemente las oportunidades de los alumnos y las alumnas para comunicar lo que piensan y lo que sienten, contribuyen a desarrollar dicha capacidad.
Por tanto, la comunicación se convierte en el eje central sobre el que giran las relaciones humanas y, por consiguiente, también laborales, con nuestros clientes, nuestros jefes, compañeros...Pero hay que saber distinguir entre comunicación e información, dos términos que, con frecuencia, confundimos. La información se limita, básicamente, a la transmisión de datos de un emisor a un receptor, mientras que la comunicación comprende un proceso mucho más complejo, que se relaciona con el intercambio de ideas y conocimientos, a partir de los cuales, se genera una respuesta o feedback por parte de la persona que recibe dicho mensaje.
Una cosa está clara. Hoy más que nunca, es innegable que el saber comunicarse bien con los demás, constituye una de las claves por excelencia para tener éxito. Ya sea para vender nuestros productos o servicios, conseguir una nueva cuenta, dirigirnos a los clientes, o, simplemente, para interpretar lo que alguien nos quiere decir, se ponen en funcionamiento diferentes fases dentro de la comunicación. Si queremos alcanzar con éxito nuestros objetivos es fundamental que ninguna de estas fases sea interrumpida por parte de los interlocutores que intervienen en el proceso, ya sea en la fase emisora como receptora.
Para ello, la comunicación pone en nuestra mano todas las herramientas necesarias para llegar a nuestros clientes, a nuestros colaboradores o al mercado en general de una forma satisfactoria. Tenemos que tener en cuenta que todo lo que somos y hacemos forma parte de ese proceso ya que la comunicación no sólo se compone de palabras, sino de actitudes, gestos, imágenes. De este modo, podemos afirmar que también nos comunicamos, por ejemplo, con nuestra forma de vestir, nuestro saber estar en el trabajo, incluso, cuando atendemos a los clientes.
En cualquier caso, debemos recordar que, más allá de las múltiples posibilidades que la comunicación introduce en el ámbito laboral y personal, es probable que su mayor aporte sea transmitir conocimiento, permitirnos conocer la opinión y la verdad del otro, la realidad de nuestra empresa, así como de todo lo que nos rodea. Sólo de este modo podremos enriquecer y mejorar nuestras relaciones, no sólo empresariales, sino humanas.
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