La participación de mercado de los automóviles eléctricos (VE) en el Reino Unido está creciendo rápidamente. Según datos del Gobierno a principios de este año, hay 1,3 millones de vehículos eléctricos solo en Gran Bretaña. Al mismo tiempo, la adopción de vehículos eléctricos en Europa ha experimentado un aumento significativo en los últimos dos años, aumentando de un 4% a un 20%.
La base de compradores está aumentando a medida que los precios disminuyen y se mejora la infraestructura de carga. Según las estadísticas gubernamentales sobre registros de vehículos, los conductores británicos registraron el doble de vehículos Tesla que cualquier otro vehículo eléctrico entre abril de 2020 y marzo de 2021. Actualmente, en el Reino Unido hay más de 42.000 puntos de carga conectados en más de 15.500 ubicaciones, lo que significa que hay más lugares públicos para cargar vehículos eléctricos que estaciones de servicio de gasolina. Sin embargo, el factor clave para lograr una adopción masiva de vehículos eléctricos es que la industria desarrolle vehículos eléctricos que sean tan asequibles y convenientes de poseer y manejar como los vehículos tradicionales con motores de combustión interna.
A pesar de los notables avances, aún existen desafíos persistentes. Existe una preocupación creciente de que la reciente escasez de semiconductores pueda ser solo el primero de una serie de obstáculos a medida que los fabricantes de vehículos eléctricos aumentan su producción. Los fabricantes de automóviles han respondido a esta escasez adoptando enfoques como la integración vertical o estableciendo asociaciones para asegurar el suministro de chips. La gestión efectiva de la cadena de suministro y garantizar el acceso a los recursos necesarios se convertirán en aspectos cruciales para las empresas automotrices en los próximos años.
A medida que más personas adquieren vehículos eléctricos, es probable que la demanda de puntos de recarga supere la oferta, especialmente en áreas con alta densidad de población. Es importante tener en cuenta el impacto de esta demanda adicional en el suministro eléctrico y la capacidad de concesión. Por lo tanto, es crucial que los gobiernos trabajen en estrecha colaboración con las empresas de servicios públicos y los fabricantes de automóviles para establecer una red de recarga adecuada. Las compañías de servicios públicos deben desarrollar un plan estratégico que permita y facilite un mayor suministro y distribución de electricidad, así como la instalación de puntos de carga en diversos lugares. Por ejemplo, se necesitan puntos de carga más lentos en hogares y lugares de trabajo, o en sus cercanías, y puntos de carga más rápidos en la red de carreteras. Esto ayudará a satisfacer las necesidades de carga de los vehículos eléctricos de manera efectiva.
Fuente: Julie Dickson - Investment Director - Capital Group
Aquí tienes información relevante:
Crecimiento del mercado: El mercado de vehículos eléctricos ha experimentado un crecimiento constante en todo el mundo. Tanto los fabricantes de automóviles establecidos como nuevas empresas están invirtiendo en la producción de vehículos eléctricos para satisfacer la creciente demanda.
Avances tecnológicos: Los avances en tecnología de baterías han mejorado significativamente la autonomía de los vehículos eléctricos. Las baterías de iones de litio, que son comúnmente utilizadas en estos vehículos, han mejorado en términos de capacidad de almacenamiento y tiempo de carga.
Red de carga: La infraestructura de carga para vehículos eléctricos ha experimentado una expansión considerable. Se están instalando más estaciones de carga en lugares públicos, estacionamientos, centros comerciales y hogares particulares, lo que facilita la recarga de los vehículos.
Incentivos gubernamentales: Muchos gobiernos han implementado políticas y programas de incentivos para fomentar la adopción de vehículos eléctricos. Estos incentivos pueden incluir subsidios directos, exenciones fiscales, acceso a carriles exclusivos y estacionamiento gratuito.
Conciencia ambiental: La preocupación por el medio ambiente y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero han impulsado la adopción de vehículos eléctricos. Los vehículos eléctricos no emiten gases de escape y, cuando se cargan con energía renovable, tienen un impacto ambiental significativamente menor que los vehículos de combustión interna.
Reducción de costos: A medida que la tecnología avanza y la demanda aumenta, los costos de fabricación de vehículos eléctricos y las baterías están disminuyendo. Esto ha llevado a una mayor asequibilidad y a que más personas consideren la compra de un vehículo eléctrico.
Ventajas operativas: Los vehículos eléctricos tienen costos operativos más bajos en comparación con los vehículos de combustión interna. Los propietarios de vehículos eléctricos pueden beneficiarse de un menor costo de energía y de mantenimiento más sencillo, ya que los vehículos eléctricos tienen menos piezas móviles y no requieren cambios de aceite regulares.
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