La principal problemática a la que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas españolas es la falta de financiación. El representación de la Comisión Europea en el país, asegura que el sistema financiero españolha ido recuperándose con bastante éxito y por otro lado considera que el acceso al crédito genera una lucha contra la morosidad entre las distintas empresas y las administraciones.
Por otro lado se considera que una de cada tres cierres de empresas es causado por la morosidad, debido a los retrasos en los pagos en un plazo de sesenta días, mientras que en el caso de las compañías, el tiempo se prolonga hasta los sesenta días.
Esta normativa entró en vigencia en el 2013, en donde la clave para sobrellevar la situación sería reformar mucho más la Administración Pública, trabajando en la simplificación administrativas, en la reducción de trámites burocráticos y adicionalmente incluir en la legislación española el test de la Pyme, para que con ello se logre para reconocer el impacto de cualquier legislación sobre la pyme antes de ponerla en marcha.
De esta manera, La previsión es que desde Europa se invierta las pequeñas y medianas empresas españolas recibirán hasta el 2020 alrededor de 25.000 millones de inversión, de los cuáles la mayor parte se destinará a la investigación, desarrollo e innovación.
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