Guilford fue quien redescubrió el término para la psicología actual. No existe una definición concreta de este término, ya que son muchos los estudios que se han hecho sobre él. Para unos, la creatividad es el arte de buscar, probar, combinar de formas diferentes los conocimientos e informaciones de todo tipo; para otros, el pensamiento creativo es el pensamiento innovador, exploratorio, atraído por lo desconocido, lo indeterminado; y hay quien cree que la creatividad es la tendencia natural a la realización personal.
Despertar la inquietud y curiosidad del niño, estimular la imaginación, fomentar la iniciativa personal y el respeto de las sugerencias de los demás, así como el desarrollo de todas las capacidades del niño de acuerdo con sus posibilidades, son objetivos de la Educación Infantil, recogidos en el R. D. 1333/91, por el que se establece el currículo de esta etapa.
Para poder desarrollar las capacidades del niño, las actividades que diseñemos deberán de cumplir una serie de características, tal y como señala Miguel Ángel Zabalza en su libro Didáctica de la Educación Infantil; estas son: motivadoras, globalizadoras, ricas y variadas, creativas, socializadoras, de observación y experimentación, con un enfoque lúdico, adaptadas a su nivel y edad, con un contenido significativo y que permitan autonomía, entre otras.
No existe ningún estereotipo del niño creativo, sino que presentan un conjunto de cualidades, que pueden tener unos niños y otros no. Algunas de las características más comunes son:
1. Alto nivel de inteligencia.
2. Poseen un vocabulario amplio y fluido y expresan ideas con claridad, la mayoría de estas ideas al principio parecen extrañas, sin embargo luego se comprueba que son acertadas.
3. Son niños bastante observadores, retienen con facilidad lo que ven y oyen.
4. Son imaginativos y tienen ideas originales, poseen un gran sentido del humor.
5. Tienen grandes inquietudes y deseos por aprender, sienten curiosidad por todo lo que les rodea. Desde muy temprana edad se aficionan a la lectura, interesándoles también los atlas y enciclopedias. Desarrollan diferentes actividades al mismo tiempo y tienen muchos hobbies.
6. Poseen un don especial para las artes: música, pintura, baile, etc.
7. Suelen ser niños traviesos y con dificultad para ajustarse a las normas. Prefieren trabajar solos y no les gusta que les ayuden.
8. Tienen facilidad para ver los problemas y para resolverlos.
Enseñar a pensar
El niño de 5 años se encuentra en la fase intuitiva de la creatividad. En esta fase debemos desarrollar la imaginación del niño, entendida esta como la habilidad que tiene el sujeto para atraer a su mente objetos, individuos o situaciones que no están presentes para combinarlos de forma subjetiva.
En este período es de gran importancia enseñar al niño a pensar. El niño pasa de un pensamiento egocéntrico a otro más descentralizado, analítico y abstracto.
Algunas de las actividades que podemos plantear para trabajar la creatividad con niños de 5 años son:
• Cuentos incompletos, en los que los niños deben inventar un nuevo final o el desarrollo del cuento.
• Adivinanzas. Formular distintas adivinanzas a los niños.
• Los tres deseos. Se trata de enumerar cuáles serían los tres deseos que se formularían a un mago que pudiera hacerlos realidad.
• Decir exageraciones, como: “Yo tengo un perro tan grande, tan grande, que la cabeza le llega a las nubes”.
• Componer un dibujo. A partir de un trozo de papel que el niño pega en una hoja en el lugar y posición que quiere, debe componer el dibujo que imagine.
• Usos diversos. Buscar nuevos usos a un objeto, por ejemplo: “Un tambor sirve para cocinar”.
• Juegos de Gianni Rodari, como por ejemplo, el binomio fantástico. En este juego se les dan a los niños dos palabras, aparentemente sin ninguna relación, como casa y pluma y los niños tienen que relacionarlas y hacer una pequeña historia relacionándolas las dos.
• Inventar historias a partir de una poesía.
• Decoración libre de objetos, como: cajas, caretas, bandejas de cartón, etc.
Para finalizar, decir que los niños creativos son niños bien formados, que se interesan por los problemas fundamentales, tienen facilidad de expresión, una personalidad bien afirmada, capacidad de iniciativa y que son emprendedores, enérgicos y atrevidos. En suma, si en cada período el niño recibe el tratamiento adecuado, la creatividad se desarrollará con normalidad, y es la escuela la que mejor puede organizar el desarrollo de esta capacidad creativa.
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