La España de la crisis se ha visto afectada en mayor o menor medida, en todos los sectores de la sociedad. Obviamente, el educativo también ha sufrido variaciones desde que se avistaron los primeros síntomas de dificultades hasta ahora, momento en el que seguimos inmersos en una recesión que aún a día de hoy nos afecta.
Entre las novedades en el ámbito académico está la adaptación de los programas por excelencia de Dirección y Administración empresarial, el famoso MBA a la realidad actual. Estos programas optan ahora por enfocarse en el entorno internacional y la incursión de nuevas materias que van más allá de los conceptos financieros o empresariales. Además de los tradicionales programas financieros, se añaden más programas para responder a las demandas de un entorno empresarial en constante evolución. Las escuelas de negocios se amoldan a las necesidades y el clásico Master in Business Administration (MBA) comparte reinado con otros programas donde, además, el marketing, el entorno social y las nuevas tecnologías aplicadas son protagonistas. Gracias a esto, los graduados actuales salen mejor preparados y son capaces de enfrentarse a la situación con otra actitud.
Por otro lado, la crisis ha provocado que la duración y modalidad de impartición de los MBA se haya reducido dando paso a cursos part-time y muchos de ellos impartidos en modalidad online o semi-presencial, para facilitar las cosas a aquellos alumnos que no puedan acudir a clases presenciales. Conscientes de las dificultades económicas por las que atraviesa la gran mayoría de la población, las escuelas han lanzado programas de becas, ayudas a la financiación e incluso créditos otorgados por las entidades financieras como ayuda para sufragar los gastos de hacer un programa de estas características.
En cuanto al temario, muchos de los MBA actuales incluyen los módulos de valores y ética empresarial, dos pilares fundamentales para el buen funcionamiento de una empresa, ya que la carencia de éstos afecta directamente a la economía de la empresa. Es fundamental analizar qué no hay que hacer para poder mejorar y ofrecer una gestión empresarial limpia, transparente y sin dobleces.
Ha hecho falta una crisis para hacer un lavado de cara a uno de los programas de postgrado por excelencia, una prueba más de que la formación superior ha de adaptarse a la realidad y demanda profesional del momento.
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