La difícil situación económica del país además de la subida de las tasas universitarias ha provocado que de un tiempo a esta parte, aumente el interés por los cursos de Formación Profesional. Además de estos cambios en el ámbito académico, lo cierto es que las empresas ya no demandan profesionales con tantos títulos sino aquellos que demuestren experiencia y conocimientos prácticos de cara a desarrollar su trabajo.
Las diferentes Comunidades autónomas han lanzado programas para fomentar la matriculación en los cursos técnicos, y este esfuerzo se ha visto recompensado en el número de alumn@s que han solicitado estos cursos. Por especialidades, cabe destacar que ha aumentado el interés por los grados de Gestión Administrativa. Otro de los programas estrella en este curso ha sido sin duda el Grado de Comercio y Marketing, debido a la demanda de especialistas en este ámbito profesional. Por su parte, sigue en buena posición el Grado Superior en Educación Infantil, además del de Animador de Actividades Físicas y Deportivas o el de Laboratorio Clínico, entre otros.
En los grados medios, sigue estando en el top ten de los más solicitados el de Cuidados Auxiliares de Enfermería o los de Instalaciones eléctricas o Automáticas.
Entre las medidas que los gobiernos regionales están tomando para fomentar la matriculación e igualdad en la FP destacan:
Asignación de recursos financieros: Los gobiernos pueden destinar fondos adicionales para el desarrollo y fortalecimiento de programas de FP. Esto puede incluir la creación de nuevos centros de formación, la mejora de las instalaciones existentes, la adquisición de equipos y tecnología actualizados, y la contratación de personal docente cualificado.
Colaboración con el sector empresarial: Los gobiernos pueden establecer alianzas con el sector privado para promover la FP. Esto puede implicar la participación de empresas en el diseño de programas de estudio, la oferta de prácticas y pasantías para estudiantes de FP, la cofinanciación de programas de formación, y la creación de programas de aprendizaje dual que combinan la formación en el centro educativo con la experiencia laboral en una empresa.
Flexibilidad en los currículos y certificaciones: Para hacer la FP más atractiva y relevante, los gobiernos pueden trabajar en la actualización y flexibilización de los currículos de FP, teniendo en cuenta las necesidades del mercado laboral y las nuevas tecnologías. Además, pueden establecer mecanismos de reconocimiento y validación de competencias adquiridas en el ámbito laboral, permitiendo a los trabajadores obtener certificaciones formales que acrediten sus habilidades y conocimientos.
Promoción y orientación vocacional: Los gobiernos pueden implementar campañas de promoción de la FP dirigidas a estudiantes, padres y educadores, destacando las oportunidades laborales y profesionales que ofrece esta vía educativa. Asimismo, pueden fortalecer los servicios de orientación vocacional en las instituciones educativas para ayudar a los estudiantes a tomar decisiones informadas sobre su futuro profesional.
Incentivos y becas: Para motivar a los estudiantes a elegir la FP, los gobiernos pueden ofrecer incentivos económicos, como becas y subsidios, para cubrir los costos de matrícula, materiales y transporte. Estos incentivos pueden estar dirigidos a grupos específicos, como estudiantes de bajos recursos, jóvenes desempleados o adultos que deseen actualizar sus habilidades.
Las tendencias muestran que cada vez serán más los que apuesten por este tipo de formación ya que es una alternativa real a los estudios superiores y supone un nicho laboral con óptimas perspectivas.
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