De nuevo se ha publicado un informe sobre la formación y el empleo de los jóvenes españoles del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, en el que se ha analizado el mercado laboral según la situación laboral y el futuro próximo en diez años. Se llega a conclusiones muy útiles para orientar políticas públicas de empleo en apoyo a los jóvenes, como las estrategias de las empresas o a los propios jóvenes en sus proyectos individuales de búsqueda de empleo.
La cualificación, el nivel de conocimientos acreditados, es el primer factor de descarte en un proceso de seleccion. Esto puede conllevar a que las empresas exijan una sobrecualificación, lo que puede llevar a frustaciones.
La sobrecualificación a veces sin ser justificada se corrige a través de las competencias desarrolladas, un segundo factor . Esa cualificación debe complementarse aprovechando las capacidades y conocimientos para aplicar a la empresa. Estos conocimientos y capacidades deben estar actualizados para mantener y elevar la competencia profesional del trabajador.
La educacion de calidad debe ser accesible para todos y una prioridad en la sociedad en la que vivimos.
El futuro no está en la precariedad sino en la innovación, diferenciacion y el valor añadido pero todo ello de calidad.
Por supuesto los jóvenes son los primeros que deben estar convencidos de que vale la pena hacer un esfuerzo personal en la formación y de contínuo ya que es beneficio de su propio futuro.
La realidad es que la implicación por parte de todos es el futuro también de todos.
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