La crisis por la que atraviesa el país, sin duda alguna ha afectado a las empresas españolas es así que, de cada cien puestos de trabajo generados por las nuevas compañías, únicamente la mitad logra mantenerse en el ejercicio. Estos datos no tienen nada que ver con los que ofrecen otras potencias de la Unión Europea como Alemania, que conservaba 75 empleos, frente a los 68 de Italia.
La razón principal por la que surge esta problemática es la gran mortalidad empresarial que acompañada de la menor capacidad de estas compañías para crear empleo desata la situación. En el caso de los autónomos, ellos presentan más dificultades, ya que para mantener los puestos de trabajo, apenas se llega al año y únicamente la mitad aguanta los tres años.
España se caracteriza por contar con un tejido empresarial muy amplio y que sin duda se maneja con una productividad bastante óptima. Es por ello, que el 94% son microemrpesas con menos de nueve trabajadores que generan el 39,5% de los trabajos; el 6,1% son pymes , que generan el 35% del empleo, mientras que las grandes empresas, que suponen el 0,1% del total, crean el 25,6% de los puestos de trabajo.
Otro de los aspectos que se debe tomar en cuenta es el refuerzo de la presencia de las compañías en las actividades de I+D+i, ya que con esta implementación se podrá acceder a nuevos mercados.
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