Finalizados los estudios universitarios, es frecuente que muchos de los titulad@s se decidan por una escuela de negocios o universidad concreta para realizar la especialización en dirección empresarial, o hacer un MBA para complementar así sus estudios y acceder a puestos de trabajo acordes con su preparación. Ésto, que en primera instancia suele ser lo más frecuente, es según los expertos una decisión no del todo correcta.
Quizá esperar un poco pueda resultar contradictorio teniendo en cuenta las exigencias del mercado laboral actual, en el que hay que destacar de la mejor manera posible frente a otros candidatos pero merece la pena esperar para entrar en la escuela de negocios con mejor pie. Si los futuros estudiantes de MBA comienzan su bagaje profesional en empresas desde puestos inferiores, podrán conocer cómo es el funcionamiento de las empresas desde abajo y así poder actuar correctamente a nivel directivo cuando tengan que asumir dicho rol.
Asimismo, el tiempo que pasen trabajando antes de acceder a la escuela de negocios servirá para tener una cierta experiencia aplicable en la resolución de casos prácticos dentro del MBA, y también servirá para hacerse un cierto nombre entre los profesionales que formen parte de la red de contactos del candidat@.
En definitiva, podemos afirmar que el mejor momento para realizar un MBA es cuando se ocupa un puesto clave dentro de la empresa y se necesitan desarrollar habilidades en la dirección para mejorar su rendimiento. De ahí que los alumnos de MBAs de las escuelas de negocios actuales sean profesionales con experiencia y con un perfil de edad más maduro que antaño.
Sigue Leyendo: