Los proyectos de la formación profesional dual en el sistema educativo, combinan los procesos de enseñanza y aprendizaje en la empresa (remuneradas por el salario de convenio proporcional a las horas de trabajo) y en el centro de formación, al mismo tiempo que se estudia la teoría durante todo o la mayor parte del periodo de estudios.
La implantación de la FP dual tiene mayores facilidades en el sector industrial y mayor dificultad en el sector servicios, en España.
El 3,7% de los jóvenes españoles elige la FP dual. En contraposición estos datos distan mucho de alcanzar el número de matriculados que registra en países como Alemania, Austria o Dinamarca, donde se ha convertido en un modelo de éxito. Además cuenta que la mayoría de los estudiantes alemanes, casi el 90 %, acaban trabajando en la misma empresa donde estudian ya que han recibido eficaz formación y selección de trabajadores.
En España la burocracia y las diferencias normativas entre las comunidades autónomas obstaculizan que las empresas se incorporen al sistema. Las ayudas dadas por la administración pública sea central o de las diferentes comunidades a través de aportaciones a la Seguridad Social, la cofinanciación del coste de la formación y subvenciones a centros formativos, han hecho que se dupliquen los jóvenes que eligen esta opción aunque sigue siendo la minoritaria.
Parte de las dificultades para implantar el modelo en España viene dado por la falta de tutores dentro de las empresas y de la necesidad de realizar un cambio de mentalidad entre los profesores de las escuelas para que se coordinen con los responsables de los alumnos dentro de las firmas. Además existe aún por parte de los padres la idea de que la universidad es mejor opción que la Fp.
La formación teórica a través de internet es una opción viable para reducir el tiempo presencial en el centro de estudios. Los docentes consideran que las cámaras de comercio podrían facilitar los trámites administrativos
El aumento del número de estudiantes ha producido el crecimiento de centros de estudios.
La flexibilidad entre el centro de estudios y el centro de trabajo es fundamental para adaptar el sistema dual al sector servicios.
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