Desde niños siempre nos inculcan a estudiar para forjarnos un futuro mejor, pero esto tiene que ir debidamente acompañado de una larga vida. Y pues sí, el estudiar alarga la esperanza de vida. Según el último informe de Indicadores de Educación presentado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) una persona de 30 años con estudios superiores tiene hasta una esperanza de vida de 8 años más a comparación de otro que no haya terminado la educación obligatoria.
El estudio demuestra así que la educación no solo ayuda a mejorar las expectativas laborales y las posibilidades dentro del mercado laboral, sino que incrementa la salud, la participación ciudadana y ayuda a contener la violencia.
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En España los adultos con educación secundaria aseguran estar satisfechos con su formación en un 70%, mientras que en el caso de los licenciados y graduados universitarios la cifra llega hasta el 90%. Además, desde la OCDE insisten en que el bienestar de una población también está relacionado con el nivel de estudios de sus integrantes. El fenómeno es positivo, ya que los últimos datos publicados por la OCDE, muestran como los adultos con estudios superiores alcanzan un mayor grado de satisfacción a lo largo de su vida, en comparación con los adultos que cursaron la formación básica.
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