Si eres de los que disfrutan yendo de compras, de los que conocen las mejores tiendas y el vestuario más adecuado para cada momento, de los que aconsejan a los amigos sobre el color que mejor podría irles con su rostro o el tipo de falda que más disimula sus caderas, tal vez pueda interesarte, y mucho, formarte como personal shopper, ahora puedes cobrar un sueldo por hacer lo que siempre te ha gustado.
Un personal shopper se encarga de orientar y acompañar a los clientes en todo lo referente a sus compras. En Estados Unidos es una figura que lleva en auge desde los 80. Nació en Nueva York para atender las necesidades de los famosos que deseaban tener lo más exclusivo y elegante tanto en sus estilismos de ropa, como en la decoración de sus casas. A España no llega hasta hace apenas unos años, momento en que empiezan a darse a conocer empresas y estilistas “free lance” del sector del comercio y la moda, dispuestos a asesorar a personas que, por falta de tiempo o sentido de la estética, desconocimiento o deseo de cambiar de imagen, requieren de sus servicios.
Las grandes boutiques y algunos de los mayores almacenes del país suelen contar con este tipo de profesionales en su plantilla, pues incrementan el nivel de ventas de forma significativa, y el cliente además queda más satisfecho por el tipo de atención que se le da. Adaptándonos a las tecnologías del siglo XXI, como era de suponer el personal shopper también ha acabado por ofrecer y prestar sus servicios on line. Puede hacerlo como trabajador independiente o contratado por alguna web de moda y estilismo para realizar un asesoramiento personal a través de la red, en cuyo caso envía información sobre el artículo, producto o comercio por el que el cliente haya preguntado.
Hoy en día las empresas líderes en este sector (Shopin, Imagen Personal, Fashionistas Estudio) incluyen en sus servicios una ruta de compras personalizada con asesoramiento en imagen y en las tendencias del momento. Algunas dan la posibilidad de organizar los llamados showrooms, desfiles privados de las marcas más relevantes de cada temporada, para que el cliente pueda elegir en la más absoluta intimidad y sin las prisas de los probadores cotidianos. También podrían contratarte para realizar un análisis de armario (para ver cómo viste el cliente y qué es necesario desechar de su guardarropa), un asesoramiento integral en lo que a aspecto físico se refiere (estudio sobre los colores más favorecedores según el fototipo de piel y la silueta, cabello, maquillaje) etc.
Este tipo de profesional comenzó centrándose en la ropa, aunque su labor se ha extendido a otras áreas como arte, decoración, ocio, restauración, etc., por lo que tendrías que acompañar al cliente no sólo a boutiques, sino también a almacenes de muebles, tiendas independientes, anticuarios, spa, centros de belleza, etc., que desean ayudar a que sus visitantes opten por el artículo que mejor se ajuste a sus necesidades.
Es un trabajo bien remunerado, el perfil del cliente es el de una persona con recursos económicos que no tiene tiempo para comprar, pero está dispuesta a invertir un dinero en un asesoramiento que le saque de apuros y le ayude a organizar un evento o a encontrar la ropa que necesita. La orientación de un personal shopper oscila entre los 200 y los 700 euros dependiendo de los servicios, ya que pueden ser individuales o de grupo, de unas horas o de una jornada entera, por lo que las tarifas suelen partir de los 70 euros la hora.
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