Muchas de las herramientas utilizadas en la actividad empresarial se pueden trasladar a la vida diaria. Solo basta con amoldarlas a las situaciones en las que nos encontremos. Su éxito está probado en el mundo empresarial por las personas que componen las organizaciones, motivo por el cual estas herramientas empresariales se puede decir que dependen de las personas y estas las pueden usar en cualquier situacion sabiendo adaptarlas.
La planificación estratégica parte de identificar las metas, continua diseñando las acciones necesarias para llegar desde donde estoy, planteando alternativas en caso de que algo no ocurra como se tenia previsto, en resumen, consiste en marcarse unas metas y objetivos, para obtener como resultado el éxito, se necesita una estrategia a cumplir en un plazo de tiempo determinado. Aplicada a ámbitos más personales como la búsqueda de empleo, puede ayudarnos a superar la improvisación y ahorrarnos tiempo que se podría invertir en otras cosas.
El actual mercado laboral bien merece el esfuerzo, demasiados candidatos para un solo puesto de trabajo, requiere que nos consideremos como una empresa organizada, combinando fines y medios para conseguir el empleo que necesitamos y persuadir de forma efectiva al departamento de recursos humanos. La búsqueda laboral es un trabajo en sí mismo. Implica tiempo, esfuerzo y dinero. Volcamos en ella nuestra ansiedad, deseos y motivaciones. Sin embargo, no siempre evaluamos con detenimiento cómo emprenderla.
Esto implica definir cuál es la carrera profesional que deseamos transitar y cómo vamos a lograrlo, pensar qué recursos necesitaremos, cuáles serán las tácticas más convenientes a utilizar, qué documentos serán nuestra herramienta de presentación, cómo encontraremos empleadores que requieran nuestros servicios, mientras mejor lo planifiquemos mejores serán las oportunidades que tendremos de alcanzar los resultados esperados.
Más detalladamente podriamos aplicar la planificación estratégica a la elaboración de un curriculum, la realización de una entrevista, presentar una candidatura espontánea a una empresa, etc. Empecemos por pensar al puesto al que queremos optar y en la empresa o empresas a las que queremos presentar nuestro currículum. Para ello, nos informaremos de cómo funciona y buscaremos cómo entrar en ella. Tenemos que evitar dejar las cosas al azahar, y tener en cuenta todo lo que pueda pasar durante el proceso de búsqueda de trabajo y las diferentes fases de la selección por parte de los empleadores.
Igualmente para la entrevista y el posterior proceso hay que plantearse las posibilidades que se pueden dar, para salir exitoso, es un proceso continuo cuyas modificaciones van en función directa de los cambios observados en el entorno que nos pueden dar pistas para actuaciones futuras. En definitiva, lo importante es saber bien donde quieres estar y lo que debes de hacer para ello.
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