El Consejo Europeo de Lisboa planteó a los estados miembros de la Unión Europea el fomentar el desarrollo de la Formación Profesional mediante objetivos como el mejorar la calidad de enseñanza, que haya transparencia en las cualificaciones profesionales para que estas puedan ser aprobadas en otros países y por último el facilitar la movilidad a partir de un sistema de créditos.
En la actualidad, en España se ha dado un auge en este aspecto, sin embargo no ha alcanzado el desarrollo de otros países europeos, el porcentaje en España ha sido de 64,23% de titulados en Formación Profesional. Para que esta situación cambie, el Gobierno ha puesto como prioridad el conseguir un mayor número de titulados en Ciclos formativos de Grado Medio. Sin embargo no es suficiente impulsar la imagen de la FP sino adaptarse a las necesidades del mercado laboral. Una forma de lograrlo es mediante las prácticas empresariales para así evaluar las competencias de los estudiantes de Formación Profesional.
Las prácticas profesionales son las actividades realizadas por el alumno que se encuentra trabajando de manera temporal en alguna empresa. Estas prácticas ofrecen oportunidades a los estudiantes para ganar experiencia en el ámbito laboral.
Las prácticas laborales son muy útiles tanto para el alumno como para las empresas las cuales buscan trabajadores con perfiles específicos que cubran sus necesidades.
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