Las quejas influyen en gran medida acerca de los mecanismos mentales del consumidor contemporáneo a igual que la forma de su lenguaje, sin embargo existen otros factores de gran importancia como son : el precio: cuanto más caro es el artículo que se oferta, más largas serán las reseñas. De hecho, los restaurantes más caros alientan a sus clientes a escribir textos más complejos y de mayor extensión.
En términos de dialectos la palabra 'bueno' no necesariamente quiere decir 'bueno', sino más bien 'no malo'. Si realmente quiere significar lo que refiere un diccionario, suele ir apuntalada con algún adverbio como 'realmente', 'tan' o 'muy'
Los reseñistas, pueden llegar a ser capaces de moldear su propio personaje del modo en que lo haría un novelista con su protagonista, sabiendo cada cosa de él, hasta su marca de calzoncillos o qué copa pide en un bar.
Hay quien se divierte escribiendo reseñas sin conocer lo que se ofrece. En 2011, la Universidad de Cornell desveló que las críticas falsas tendían a ser mucho más exageradas y superlativas que las reales. También que solían usar más veces los pronombres en primera persona (yo, nosotros).
Por eso también se suelen comparar la expectativa con lo encontrado, así que conceptos como decepción suelen aparecer frecuentemente y también se suele perorar sobre lo engañoso o no del anuncio o artículo del lugar en cuestión. Si se ha ofertado como modesto y lo es, se dirá que estaba limpio. Si se anunció como lujoso y es limpio y modesto, se escribirá que es engañoso.
Hay quien se divierte escribiendo reseñas sin conocer lo que se ofrece. En 2011, la Universidad de Cornell desveló que las críticas falsas tendían a ser mucho más exageradas y superlativas que las reales. También que solían usar más veces los pronombres en primera persona (yo, nosotros). Como sucede, una vez más, con la narrativa, eran más creíbles si daban detalles concretos de las características de una habitación o de una aspiradora, fijándose en aspectos aparentemente intrascendentes, el color del marco del espejo.
La calidad literaria del texto cuenta si se quiere ser tenido en cuenta. No abunda tanto esa retórica anémica ni esa ortotipografía tarada de las comunicaciones en WhatsApp. “Si quieres que te tomen en serio, sonar como una persona literaria es parte de la imagen que quieres proyectar”, explica la autora. De hecho, algunos usuarios incluso se vienen arriba y emplean recursos como la analepsis, la prolepsis, la exposición dramática (el diálogo con guiones) o las metáforas. Y, claro, las elipsis.
Para decir que algo es bueno, se cargarán más las tintas echando mano de superlativos de más de tres sílabas como 'delicioso', 'maravilloso' o 'fantástico’, podemos concluir con que las personas son cada vez más diversas and versátiles, en ocasiones se menciona que puede conocer a las personas por su mal carácter y en este estudio podemos observar que no se equivoca.
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