El mediador en un conflicto tiene que ser una persona altamente cualificada pero además debe de tener actitudes y aptitudes suficientes para poder ejercer profesionalmente en la especialización en la que presta su servicio concreto.
Además de conocer el marco jurídico en el que se mueve debe tener conocimientos de los aspectos psicológicos, ética de la mediación de procesos, técnicas de comunicación, lenguaje y resolución de conflictos.
La segunda parte será sobre las competencias y habilidades personales y una tercera sobre la especialización dependiendo del ámbito.
La especialización debe ser un 35% de la duración total de la formación. En materia familiar además requiere una especialización que permita conocerlos como los conflictos. La concursal completará la que corresponda a los administradores concursales habilitando al mediador en la Ley Concursal.
La duración de la formación será de 100 horas para este y de 200 horas más para la mediación familiar el cual debe de formarse en el objetivo de restablecimiento de la comunicación entre los cónyuges, las responsabilidades parentales y el lugar de los hijos en la mediación.
La formación de otras instituciones externas será válida siempre que esté debidamente acreditada en su país con el reconocimiento de UE, aún siendo la formación en menos horas.
fuente: El economista
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