El informe Panorama de la Educación 2013 ha revelado que actualmente nuestro país no se encuentra en cabeza de los países europeos en cuanto a titulados en Grado Medio de Formación Profesional, sino más bien a la cola. Además, se suman los parados menores de 25 años que representan un número significativo dentro del porcentaje total de desempleados.
El boom universitario que se produjo en los últimos años creó una brecha entre la oferta y demanda de trabajos por nivel educativo; además de esto, el mercado laboral se encontró también con un 30% de jóvenes que dejaron su educación aparcada hace tiempo y que por tanto no puede acceder a según qué tipo de empleo.
El resultado de esta situación se traduce en gente sobre cualificada en algunos casos que debe buscarse la vida fuera ante la imposibilidad de encontrar trabajo en España y otros que no pueden acceder por no estar lo suficientemente preparados.
Como alternativa para estos últimos, se está poniendo mayor esfuerzo desde las administraciones en que los jóvenes se preparen a conciencia, con oportunidades profesionales más realistas, y debido a este interés por la formación profesional se ha aumentado el porcentaje de estudiantes en esta rama. Desgraciadamente, esta situación no es exclusiva de España, sino que también otros países europeos como Grecia, Italia, o Portugal cuentan con un nutrido grupo de jóvenes que necesitan urgentemente mejorar su formación académica para optar a empleos.
Las previsiones europeas confirman que de aquí al año 2020, España necesitará cubrir más de ocho millones de puestos de trabajo relacionados con el ámbito técnico, lo que significa que hay que empezar desde ya para evitar que nos pille el toro, como suele decirse coloquialmente.
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