Es verdad que la vida en el medio rural tiene sus inconvenientes, que no se tienen a mano muchos servicios, posibilidades o recursos que ofrece la ciudad, pero también tiene sus encantos, su lado entrañable y humano.
La convivencia en los pueblos es más estrecha, más cordial, más cercana que en el medio urbano, y las personas no somos números, seres casi anónimos que no se conocen, sino que tenemos nombre e incluso apodos que nos individualizan.
Y esa convivencia da lugar a muchos personajes, situaciones, momentos e incluso expresiones curiosas y entrañables. Y una de esas expresiones muy socorridas y abundantes en la vida de un pueblo es el “mandao”. Para hablar sobre este tema no hace falta recurrir a ningún archivo ni legajo, sino que basta con salir a la calle un día en una localidad cualquiera y forma parte, por tanto, de la crónica diaria de la vida de los pueblos.
En un pueblo necesitas depender mucho más de los demás, no es como en una ciudad, en una ciudad puedes irte solo al cine con el bus, al zoo, a la sala de juegos, incluso en una sala de juegos puedes conocer gente. En un pueblo, es mucho más difícil. Primero porque si quieres ir al cine, por norma general tendrás que pillar un tren hacia la ciudad (a no ser que quieras ver las pelis de cartelera de pueblo, que suelen estar atrasadas hasta 2 o 3 meses), además, en un pueblo hay muchas menos cosas que hacer, con lo cual todo se reduce a una cosa: “ir con amigos“. Si vas solo a los reacreativos del pueblo, allí verás SOLO a gente que te conoce y te dará más vergüenza social que ir a los de la ciudad dónde la posibilidad de encontrarte conocidos es mucho menor. Muchas veces necesitamos desconectar y dejar de lado la rutina, huir del día a día, y tomarnos un respiro. Cuando el trabajo ahoga y el calendario aprieta lo único que queremos es salir corriendo aunque sea un fin de semana.
Alejarnos del ruido de las ciudades y disfrutar de otra manera, de paisajes naturales… En España existen diversas opciones que nos son muy conocidas que permiten esta desconexión total y disfrutar de unos días de relax.
Miravete de la sierra, es la mejor opción para aislarse y redescubrir las maravillas del contacto con las personas sin ordenadores ni móviles ni nada de nada.
Es conocido como el pueblo que “ nunca ocurre nada”, se encuentra en Teruel , es como un valle escondido entre sierras y ríos .
Vega del castillo, no tiene cobertura, por muchas fotos que hagas no las podrás publicar hasta que vuelvas a tu ciudad. Pero hay tantas cosas para ver y disfrutar que tener señal del movil pasará a otro plano. Se encuentra al noroeste de la provincia de Zamora, rodeada por sierras y montañas que generan paisajes increíbles para relajarse y simplemente observar el encanto.
Umbrales, está escondido en el bosque, parece abandonado pero no lo está. La cobertura no existe en este pequeño pueblo de Guadalajara, ni autopistas, ni autobuses, ni hoteles…La soledad de este pueblo es ideal para pensar, leer, y disfrutar.
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