Situada en la provincia de Cáceres con un historia rica en tradición basada en la conquista y la colonización de América estuviera unida para siempre a esta ciudad. Trujillo ha encontrado nuevos referentes en un mapa regional cambiante en cuanto a centros de decisión y en un mapa económico regional y local igualmente redefinido.
Aunque sobran los motivos para marcar Trujillo como parte de nuestras vacaciones. La ciudad, cuna de grandes conquistadores, es un auténtico museo al aire libre de iglesias, castillos y casonas solariegas. Pero no todo es historia, el jamón ibérico, las migas y el gazpacho, son otros de los atractivos turísticos que nos esperan aquí. Preparamos la vista y el paladar para disfrutar de una visita que hará historia.
Cuna de conquistadores: Hace ya más de 5 siglos que Francisco Pizarro y Francisco Orellana partieron desde aquí en dirección al nuevo continente, donde pasaron a la historia como descubridores y conquistadores de Perú. Pasear por esta ciudad es hacer un viaje en el tiempo y en la historia que escribieron sus hijos pródigos.
Una muralla legendaria: De origen musulmán, que rodea el conjunto histórico de la ciudad con forma serpenteante, adaptándose a los desniveles del terreno. En ella podemos ver hasta 17 torreones y cuatro de las siete puertas que poseía originalmente.
Castillos de los siglos IX y X que domina toda la ciudad desde lo alto del cerro Cabeza de Zorro y consta de dos partes. La Plaza Mayor que presta atención a la iglesia de San Martín, al igual que la variedad de iglesias que Trujillo posee, junto con la fiestas tradicionales muestran un paisaje único al igual que un fin de semana inolvidable para el turista.
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