Ya ha recuperado una vasija de un pecio francés del siglo XVII.
Los luditas contemporáneos se preguntan qué será de los humanos si los robots terminan por sustituirnos en todos los trabajos, ya que todos los días surgen avanzadas y nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial. La automatización de labores que realizamos los humanos puede acabar con millones de empleos.
Aunque alguna de las aplicaciones dejan lugar a duda: el uso de robots en la exploración submarina de los océanos es algo totalmente positivo.
OceanOne es capaz de sumergirse hasta profundidades que el hombre nunca podría alcanzar debido a nuestras limitaciones físicas.
Esta máquina con forma humanoide, supone una revolución tanto de la arqueología como del entorno submarino.
Nadie había llegado nunca hasta los restos del naufragio, OceanOne lo consiguió.
Mide 1,52 metros de punta a punta y su torso incluye una cabeza con visión estereoscópica que muestra al piloto en imágenes de alta calidad lo que el robot está viendo exactamente.OceanOne, cuenta con dos brazos articulados, al igual que sus muñecas, que están equipadas con sensores de fuerza que, a través de sistemas de retroalimentación háptica (el término hace referencia a la percepción a través del tacto), permiten al humano que lo pilota desde la superficie saber si el robot está agarrando algo con fuerza o delicadeza y si el objeto es pesado o ligero.
´´ Puedes sentir exactamente lo que el robot esta haciendo´´Comenta el profesor khatib en un comunicado de presa. ´´Es casi como si estuvieras allí, con el sentido del tacto puedes crear una nueva dimensión de la percepción´´destacó respecto al sistema de retroalimentación hápica.
OceanOne no solo actuará en misiones en solitario, podría hacerlo en trabajos como la minería en aguas profundas, actuaciones en desastres bajo el agua o para alcanzar profundidades que le estén vetadas a las capacidades físicas de una persona, también se planea que pueda hacer misiones con buceadores humanos.
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