La elección de una carrera está íntimamente ligada a la elección de un estilo de vida y es en esa elección donde la subjetividad debe articularse lo más armoniosamente posible con la realidad. El término vocación ha ido evolucionando y ampliándose a través de la historia. En la actualidad, podríamos identificarlo no sólo con las disposiciones, inclinaciones y preferencias personales, sino también ocupacionales, vale decir, laborales, vinculadas a actividades productivas las cuales implican competencias, habilidades e intereses.
El contexto actual y la realidad socio, cultural y económica dificultan no sólo la toma de decisiones respecto de la elección de una determinada carrera sino también el posterior sostenimiento de la misma. La crisis económica y el desempleo son factores de peso a la hora de escoger una carrera o un curso para reciclarnos, ahora los futuros estudiantes se decantan por formación que les permita un rápido acceso al mundo laboral, especialmente efectado por este fenómeno es el sector en el que la tasa de paro sufre un incremento importante: los jóvenes.
El factor vocacional no es algo que necesariamente se tiene de antemano, a veces hay que construirla y la necesidad de entrar en el mercado laboral lo más pronto posible hace que los futuros alumnos prefieran los cursos prácticos, formación que les de la oportunidad de acceder a ese puesto de trabajo que actualmente suena tan codiciado.Entre los cursos de mayor demanda actualmente podemos nombrar: Instructor de Pilates, Auxiliar de farmacia, Técnico Instalador de Energía Solar, Gestión cobros e impagados, Atención al cliente; en definitiva cualquier curso relacionado con los sectores en los que la crisis está teniendo poco impacto y por supuesto el empleo público.
También el sector emprendedor está en horas bajas: la crisis económica no incentiva la creación de nuevas empresas y los universitarios no son ajenos a esta situación. Por ello cuando se les pregunta por su futuro profesional declaran que quieren estabilidad laboral y no se quieren arriesgar a emprender negocios. Por eso, la mayoría prefieren ser funcionarios.
El informe publicado por la revista Andalucía Económica y Esic sobre Vocación Emprendedora destaca que cinco de cada diez estudiantes encuestados eligen ser funcionarios, frente a tres que desean ser empresarios y dos que prefieren ser trabajadores por cuenta ajena. De los que eligen ser empresarios sólo once de cada cien tienen pensado su proyecto empresarial. En relación a los principales problemas que los universitarios observan para emprender la creación de un negocio se destaca la falta de formación y de experiencia y los obstáculos para obtener financiación.
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