El mundo laboral actual es una vorágine. Se encuentra repleto de profesionales muy formados, de empresas emergentes, de constantes cambios tecnológicos. En este panorama, parece imposible destacar y encontrar un empleo en el que poder sobresalir. Pero los estudiantes cada vez son más conscientes de todo esto, y lo tienen claro: estudiar un máster al finalizar la carrera puede suponer el acceso directo a un buen trabajo.
La especialización parece ser un punto clave a la hora de acceder a un puesto de trabajo en la actualidad. Las empresas exigen que los candidatos tengan experiencia específica y conocimientos actualizados para la posición ofertada. Es posible que un máster sea la distinción que necesite una empresa a la hora de decantarse por contratar a un perfil u otro.
Estudiar un máster: una elección en alza
El estudio titulado Empleabilidad de la población cualificada, de la EAE Business School, deja ver que la demanda de estos estudios de postgrado se ha incrementado casi un 8% en el pasado año. Además, en la última década la oferta de másteres se ha cuadruplicado, ni más ni menos.
Y es que un máster es un puente de acceso al mundo laboral, a la reinvención y actualización de conocimientos. Y sí, la mayoría de estudiantes de máster son jóvenes o personas recién graduadas, ¿pero qué pasa con aquellos trabajadores consagrados que necesiten actualizarse? La constante innovación tecnológica, con los cambios que esta conlleva cada poco tiempo, ha provocado que miles de trabajadores consagrados hayan tenido que volver a hincar los codos para actualizar sus conocimientos a través de másteres especializados. Ya lo ves: parece ser que los másteres no entienden de edades.
Cabe mencionar que existen másteres habilitantes, sin los cuales muchos trabajadores en la actualidad no podrían ejercer. Este es el caso de los profesores de ESO y Bachiller, que han de estudiar el Máster Universitario en Formación del Profesorado para poder desempeñar su actividad. También ocurre en el caso de abogados, psicólogos clínicos o arquitectos.
Según datos aportados por Adecco , casi el 40% de las empresas prefieren contratar a titulados universitarios que tengan estudios de máster. Podemos verlo por nosotros mismos. Si buscamos ofertas de trabajo en los principales portales de empleo de nuestro país, apreciaremos que contar con un máster es, en muchos casos, un requisito obligatorio o deseable.
El máster: la llave para abrir la puerta del empleo
Según datos recogidos en 2017, tan solo el 6,37% de los titulados que tienen un máster no han trabajado desde su finalización. Esto, sin duda, ofrece una perspectiva prometedora para los estudiantes de estas titulaciones.
Desde luego, el máster no le hará conseguir un empleo al candidato por arte de magia, pero supondrá una distinción muy importante para su currículum. Un primer paso, digamos, para adentrarse con éxito en el mundo laboral. Hay que tener en cuenta, además, que existen sectores actualmente con una tasa de empleabilidad mucho más alta que otros. Hablamos de los empleos relacionados con la programación, la ciberseguridad, el marketing, la salud, la educación…
En definitiva, el estudio de un máster es no es solo obligatorio para ejercer determinados trabajos, también supone una especialización muy necesaria en el mercado laboral actual. Los másteres apuestan por la innovación, la actualización de conocimientos y el acercamiento del estudiante al mundo laboral. Además, estas titulaciones ofrecen contacto con profesionales consagrados de cada sector, y también con empresas. Esto le permite al estudiante ir un paso por delante en su nicho profesional.
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