Más salidas laborales: la FP supera por primera vez a la universidad

Es un buen año para la formación profesional (FP). Aun marcado por la excepcional situación de crisis sanitaria que estamos viviendo, este curso académico ha sido un buen año y arranca datos esperanzadores. El alumnado de formación profesional representa el 11,2% del global de estudiantes no universitarios en el mencionado curso. Casi 480.000 estudiantes están matriculados actualmente en ciclos superiores, más de 385.000 cursan grados medios, y acercándose a los 80.000 encontramos a los alumnos de FP básica. Por su parte, el alumnado a distancia suma un total de 109.358 matriculados.

Los datos hablan: una mayor oportunidad laboral para los titulados de FP

La formación profesional ha experimentado un aumento muy evidente en la última década, con un 60,4%. De este modo la formación no universitaria se perfila con unas cifras muy prometedoras. Y esto no acaba aquí: las ofertas de empleo en nuestro país hablan por sí solas. A principios de año, el 42% de las mismas exigía un título de FP, frente a un 38,5% que pedía un título universitario. Así lo publicaba Adecco, y si bien no estamos hablando de una diferencia abismal, desde luego es un 3,5% nada desdeñable.

Continuemos con los datos. Del ya mencionado 42% de demandas de titulados de FP, el 17,82% del total es de ofertas para grado medio, mientras que el porcentaje restante, un 24,44%, pide ciclos formativos de grado superior. Así, según lo publicado en el estudio, la oferta para titulados universitarios se habría visto disminuida en dos puntos. La tendencia está clara, y podemos lanzar una afirmación bastante contundente: actualmente existe una mayor posibilidad de empleo para los titulados de FP que para los universitarios.

¿Por qué se ha dado esta situación?

El mercado laboral español no está acostumbrado a unos datos como estos. Estamos habituados a escuchar lo siguiente: la universidad tiene más salidas laborales. Es cierto que solía ser así, pero el panorama ha cambiado ligeramente, y no hay más que echarle un vistazo a los datos. Puede que el año que viene esto vuelva a variar, pero por el momento la realidad la demuestran las cifras.

Podemos, sin embargo, analizar por qué se ha producido este cambio. Generalmente, los expertos apuntan que hay más graduados universitarios de los que el mercado laboral necesita. En contraposición, existe cierta carencia de titulados técnicos de FP. Esto se traduce en un porcentaje de desempleo mucho más bajo para estos profesionales, ya que debido a esa carencia, los titulados de FP encuentran empleo enseguida al estar altamente buscados.

Para los titulados de FP, la tasa de desempleo se sitúa en un 15,6%. Por su parte, el porcentaje de paro de universitarios dobla esta marca: existe cerca de un 30% de desempleo entre licenciados y graduados. La necesidad imperiosa de contratar a técnicos de formación profesional hace que, además, los salarios ofrecidos para ellos sean cada vez más altos. Todo este panorama ha provocado que cientos de estudiantes, con miras a su futuro profesional, se estén decantando más a menudo por estudiar una FP en lugar de un grado universitario.

¿Qué familias de FP ofrecen una mayor empleabilidad?

Siguiendo con la estela de las ofertas de empleo, habría que hablar, además, de las titulaciones que más éxito están teniendo. En cabeza encontramos la rama de Administración y Gestión, y en la misma lista están las familias de Fabricación Mecánica, Informática y Comunicaciones, Electricidad y Electrónica e Instalación y Mantenimiento. Entre todas estas ramas profesionales se concentra el 36% de la oferta de empleo que busca usuarios con titulación de FP. Así, estas familias profesionales se perfilan como una gran opción para futuros estudiantes.

Cabe destacar que las comunidades que mayor empleo para titulados de FP ofertan son Cataluña, Comunidad de Madrid y País Vasco, en ese orden.

Los datos para la formación profesional se visualizan, sin duda, como prometedores. Sin embargo, afirmar que una opción de estudio es mejor que otra (FP o universidad) sería un error. Aunque los datos sean los mencionados, a la hora de elegir unos estudios, el candidato debería tener en cuenta, sobre todo, dos variables: la económica y la vocacional. De todos modos y dadas las circunstancias, no podemos culpar a aquellos estudiantes que se decanten por una formación que ofrezca después un puesto de trabajo prácticamente asegurado.