Momentos inciertos para arriesgar capital propio o pedir créditos, pero también poco indicados para dejar todas las decisiones en manos de otros y lanzarte a buscar por cuenta ajena.
Si siempre has sabido que quieres tener tu propia empresa, si tienes conocimientos actualizados de algo que sabes que es rentable y aún no está demasiado trillado o si quieres sacar adelante un plan de negocio y solo necesitas herramientas formativas para materializarlo, sigue leyendo…
Encontrarás muchos masters para ser emprendedor, escuelas de negocios para estudiar ADE, consejos para la creación de empresas, instrucciones sobre cómo dar de alta sociedades o registrar marcas y patentes, cursos de derecho y administración, de recursos humanos y relaciones laborales, formación de economía para pequeños empresarios, contabilidad para pymes… que ampliarán esta información y te recomendamos mucho que elijas entre ellos y sumes puntos de cara al mercado laboral. Hoy, queremos sobre todo inspirarte.
No caer en bicocas
Internet está llena de artículos titulados cómo convertirte en empresario de éxito o cómo hacerte rico en tres meses. Desde luego, un buen primer consejo es no caer en ese tipo de bicocas imaginadas e invertir mejor en una entidad educativa con prestigio y tiempo de trayectoria. Escuelas de negocios, escuelas universitarias, universidades de empresariales y especializadas en ADE, cursos y másters online o presenciales pero con autoría y sello. Tan importante como los conocimientos y las prácticas es la certificación que te proporcionan.
¿Dura mucho una start-up?
La mayoría de las start-ups duran unos años y después su ciclo acaba. Pero eso no significa que no merezca la pena intentarlo. Como banco de pruebas, la formación que te dará tener tu propia organización cuando aún eres joven y estás “hambriento”, como dicen los anglosajones, es imbatible.
Una enseñanza que nunca olvidarás y que te ayudará en todo el resto de tu vida, no solo en lo profesional. Los contactos, la costumbre de perseguir tú que las cosas sucedan, que tan poco se entrena en la universidad si no tienes estímulos más personales para ello, la pasión que hace que trabajar se parezca mucho a un hobby rentable y te hace no pensar en el reloj mientras avanzas desde cualquier parte del mundo… Todo ello se cultiva cuando te decides a emprender, y todo contribuye a tu valor posterior en el mercado y a tu conocimiento del contexto en el que quieres trabajar, aunque sea como mando intermedio o empleado con experiencia.
Pero al lío!
¿Qué primeros pasos has de dar si quieres tener tu propia pequeña empresa y que tenga oportunidades de ser grande?
La palabra clave es planificación.
1-.No dejar nada al azar.
Necesitas tener claro qué es lo que va a distinguir a tu negocio del resto. A veces es simplemente adaptar a tu zona algo que ya existe fuera pero que puedes mejorar conociendo a tu clientela potencial.
Siempre que pensamos en ideas de negocio nos vamos mentalmente a un eureka que lo cambia todo, como la creación del primer ordenador de mesa, la invención de una red social o los caramelos con chicle dentro.
2-. Tipo de personas que compraran mi producto
Pero la realidad no tiene por qué ser tan de película. Lo importante es que esté definido y que haya salida para un producto o servicio, por cuestiones de la tesitura actual. Piensa en qué han cambiado las familias, los negocios de barrio, las expectativas de la vida… a tu alrededor y únelo a lo que te interesa, ya sean las aplicaciones móviles o la agricultura. Si no se trata de un producto revolucionario pero sabes bien qué tipo de personas lo van a comprar y tienes un retrato robot de ellos y sus porqués, ya tienes mucho camino andado.
3-. Hacer un análisis del mercado y de la competencia
Haz un estudio de mercado (tienes cursos de benchmarking y otra formación en marketing, ventas y estrategias comerciales) y un análisis donde preveas tamaño de ese mercado (con ayuda de herramientas de estudio de la población, estadísticas oficiales y de empresas de análisis del sector), tipología de clientes y sobre todo la competencia. Si todo va bien, ¿a quién o quiénes vas a robar cuota de mercado? ¿Y por qué puedes conseguir esa mordida, cuáles son las claves que lo harán posible?
Sabemos que es tentador fantasear, pero no olvides los números reales. En momentos de contracción económica como los que vienen, la suma cero es evidente, e incluso es posible sumar en negativo… Es decir, a no ser que lo que propones sea absolutamente nuevo, y que tus potenciales puedan comprarlo en cuanto lo conozcan, tus clientes “pertenecen” ahora a otras empresas y tendrás que seducirlos partiendo de esa base, no en el vacío.
Permanece en sintonía con nuestro blog y te contamos pronto más puntos a tener en cuenta sobre cómo montar una start-up y sobre formación para emprendedores.