Estos días surgía una noticia interesante sobre precios de posgrados y másters en España de carácter público.
Mientras que en las carreras las Comunidades Autónomas hacen esfuerzo por bajar los precios, los posgrados, varían demasiado incluso dentro de la misma zona.
Casi un 1000% hay de diferencia entre precios de másters públicos en la misma demarcación autonómica. Y esto a pesar de que en Mayo se acordó con el Ministerio de Universidades que se bajaría el precio de primera matrícula en las comunidades más caras, evitando el fenómeno de que estudiar, por ejemplo, un grado en Cataluña, sea casi el triple de caro que en Galicia, si bien hay tres años para cumplir del todo ese acuerdo, o sea, hasta el curso 2022-23.
Esta medida ya dejaba fuera, según destaca también la información firmada por Elisa Silió, las matrículas siguientes a la primera y, más destacable aún, los másters oficiales, con posgrados que quedaron tras el Plan Bolonia como obligatorios para poder trabajar en ciertos empleos, como arquitecto, abogado, profesor de secundaria o en ingeniería de telecomunicaciones.
¿Quién ha sacado esta desigualdad de precios en los masters a la luz?
El Observatorio del sistema Universitario es la entidad que ha denunciado esta cuestión recientemente, en el informe “¿Qué efecto ha tenido el acuerdo sobre precios públicos de matrícula?” en su primera edición, la del curso 2020-21, con autoría de Vera Sacristán, matemática de la Politécnica de Cataluña, y la colaboración de Albert Corominas y Lluís Forcadell-Díez.
¿Que comunidades han cumplido con la bajada de precios?
De las diez CCAA interpeladas por el acuerdo de la CGPU solo dos han cumplido ya la bajada total este curso, Aragón y La Rioja. Cataluña avanza bastante, con una bajada de más de 2/3 de lo acordado para los tres años, Comunidad Valenciana menos de la mitad y Navarra una tercera parte. Quedan por tanto como antes las otras cinco a las que afecta esta obligación: Extremadura, Castilla y León, Madrid, Baleares y País Vasco.
Otra cuestión a la que obligaba la ley era la adecuación de los precios al coste del servicio, pero estos no quedan en absoluto claros, y no se justifican las diferencias entre los precios de másters en distintas CCAA para las mismas profesiones.
¿Puede variar el precio en función de si este habilita para el ejercicio profesional?
Según el informe, no sería siquiera “acorde con la ley” el hecho de que el precio de un máster cambie porque habilite para el ejercicio profesional de una actividad o no, como de hecho sucede. Hasta nueve veces más caro puede ser un máster que otro en la misma CCAA. El ejemplo con más desigualdad injustificada es Madrid, donde hay másters oficiales que cuestan 1.375 euros (en otras comunidades como Andalucía son 821 euros los menos costosos) y el más caro son 13.500 euros, sin tener en cuenta los másters propios, no oficiales, que pueden ser incluso más. En Murcia hay másters de los más económicos, los habilitantes, que valen hasta 2.800 euros.
La ley a la que se refieren es la LOU, la orgánica de Universidades, que indica que los precios públicos estarán relacionados con los costes de prestación del servicio. Algo difícil de calcular si estos no están publicados en ningún sitio, una oscuridad habitual en casi todas las universidades.
Estudiar másters es una de las formas más directas de conseguir trabajo en nuestro país. Entre los universitarios españoles, 1,3 millones de personas, más de 200.000 estudiaban másters universitarios el año pasado. En total se ofertan 3.540 másters universitarios.
Hay postgrados muy especializados en ciencia que tienen precios altos más justificados, o que necesitan la colaboración de varias universidades, en ocasiones internacionales. A veces también tienen un porcentaje algo mayor de becas para compensar esos precios.
Otro punto sobre el que llama la atención el informe es que ninguna comunidad autónoma ha bajado los precios de matrícula de doctorado.
Conseguir becas para másters será probablemente más difícil los siguientes años debido a la crisis económica, así que, si estás pensando en estudiar un postgrado y si puedes, plantéate ahorrar o pedir un crédito para estudiantes. Estudiar siempre merece la pena.