El perfil tipo del universitario, entre 20-25 años, ha dejado de ser exclusivo en las facultades. A éstos se suman amas de casa, inmigrantes o trabajadores dispuestos a mejorar su formación para conseguir alcanzar sus metas profesionales.
'Más vale tarde que nunca' es el dicho que se escucha en los pasillos de las principales facultades de nuestro país. Bien motivados por las escasas oportunidades por la crisis o por inquietudes personales, lo cierto es que son numerosos los estudiantes que difieren del perfil habitual que suele estar presente en las aulas.
De hecho, las cifras lo corroboran, el número de estudiantes de más de 30 años se ha incrementado en un 30% en los últimos 5 años y un 83% si consideramos desde el año 2013, según el último informe del Sistema Universitario Español. El paro, los despidos o la necesidad de hacer frente a la competencia son motivos más que suficientes por las que las clases de las universidades cuentan en su haber con alumnos de cierta edad. Carlos Martínez, director de la escuela de negocios IMF y asesor de empresas del IBEX 35 constata dicha tendencia hacia aulas más maduras, indicando que se ha producido un incremento de solicitudes de personas de más de 40 años.
Los nuevos licenciados tienen entre 30-40 años, tienen diferente procedencia- ya que algunos inmigrantes con posibilidades económicas han considerado formarse para mejorar sus perspectivas laborales- o son amas de casa o profesionales que compaginan, valiéndose de las nuevas tecnologías, vida laboral en el caso de los más afortunados y personal con sus estudios universitarios.
Asimismo, según el informe anual del Ministerio de Educación, también ha aumentado el número de estudiantes de más de 30 años matriculados en un máster o curso de postgrado.
Una tendencia cada vez más de moda en nuestro país, a partir de ahora no será extraño ver graduados universitarios recogiendo el diploma acompañado de sus hijos o incluso compartiendo aula con alguno de ellos.
Fuente: 20 minutos