Una vez terminadas las tan temidas pruebas de selectividad muchos jóvenes se enfrentan a una de las decisiones más dificiles de su vida : saber a qué se quieren dedicar y por tanto que carrera quieren cursar. La inmensa mayoría de las veces debido a una falta de experiencia y el poco tiempo par decidir les llevan a tomar decisiones precipitadas y comenzar carreras que no les convencen realmente. . Por esta razón y para poder hacer lo correcto son más los estudiantes que deciden tomarse un año sabático para asi poder pensar y sentir que han acertado plenamente con lo elegido.
Salir de casa está más que demostrado que es una experiencia muy positiva y así lo confirman el número de jóvenes que se han marchado al extranjero de año sabático ya que ha crecido en los últimos años. Lo más importante es que aprovechemos el tiempo para viajar, conocer culturas, aprender idiomas, hacer nuevas amistades que nos aporten otra visión de la vida ... Siempre teniendo en cuenta que el proceso sea enriquecedor y no por el mero hecho de irse un año a vivir lejos de nuestros padres.
El tiempo que estemos fuera deber se productivo por tanto no solo se debe salir para viajar y hacer turismo sino tambien para aprender a desenvolverse con independencia en los quehaceres rutinarios del día a día. Una buena opción es colaborar en un programa de voluntariado o buscar trabajos a media jornada en los países a los que se viaje , estas pueden ser buenas formas de subsistencia que aportarán experiencia y que obligarán a manejar el idioma extranjero.
Debemos sobre todo reflexionar sobre el futuro que nos espera al volver y pensar detenidamente que nos gusta hacer para así enfocar mejor nuestra decisión de elegir carrera . Cuando viajamos normalmente nos encontramos con realidades que no habíamos vivido antes y esto nos ayuda a tomar una serie de decisiones que seguramente nos reforzarán aquellas ideas que no teníamos muy claras cuando comenzamos nuestro viaje.