El Consejo de Ministro, a propuesta de la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, ha aprobado el Real Decreto por el que se definen las especialidades de los cuerpos docentes de enseñanza Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, así como las materias que puede impartir cada profesor en función de su área de especialización.
El Certificado de Adaptación Pedagógica (CAP) para los licenciados será historia el 1 de octubre de 2009 y dará el relevo a la realización de un máster para dar clase de ESO, Bachillerato, FP y enseñanza de idiomas, un título de posgrado que durará un curso. El nuevo Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES) pondrá fin al puente que atravesaban los recién licenciados para poder impartir clase. Un puente débil para los titulados, que se enfrentan a los alumnos con los conocimientos teóricos de sus licenciaturas pero sin apenas herramientas pedagógicas.
La primera piedra se puso en 1999 en Bolonia, ciudad que ha dado el nombre popular al nuevo plan para la universidad -contra el que se han manifestado estudiantes de varias ciudades españolas esta misma semana-. A partir del próximo curso 2009-2010 seremos un poco más europeos debido a un cambio en profundidad en la enseñanza superior por el que los títulos serán homologables en más de cuarenta países del continente.
La diferencia entre licenciaturas y diplomaturas desaparece y todas ellas -excepto las ingenierías, Arquitectura y Medicina- tendrán una duración de cuatro años y se llamarán Grado. Superada esta fase, para ejercer determinadas profesiones los estudiantes deberán cursar un título de experto o máster universitario. Por ejemplo, tendrán que hacerlo los licenciados en Derecho que quieran ejercer la abogacía, a quienes ya no les bastará con colegiarse.
El Consejo de Ministros del pasado 8 de noviembre aprobó un Real Decreto por el que se definen las condiciones de formación para la docencia en ESO, FP, Bachillerato y enseñanza de idiomas y también las 44 especialidades y las materias que puede impartir cada uno. Unos meses antes, el Ministerio de Educación ya había fijado que el master para estos profesionales se compondría de 60 créditos, equivalente a un curso porque cada unidad son 25 horas.
De esta manera, el actual Certificado de Aptitud Pedagógica será sustituido por el Master de Secundaria de un año de duración que deberán diseñar y ofrecer las Universidades, tal y como quedó establecido en la Ley Orgánica de Educación.
El objetivo es que el profesorado de Secundaria sume a su formación en matemáticas, lengua, biología o idiomas, por ejemplo, una adecuada preparación pedagógica para poder transmitir de manera apropiada esos conocimientos a los alumnos. Porque, tal y como marcan los objetivos educativos europeos, además de qué enseñar, es importante cómo enseñar.