Las nuevas tecnologías han generado nuevas patologías: depresión, adicción o fobias son las enfermedades vinculadas al uso abusivo del móvil o cualquier videoconsola.
Las nuevas tecnologías han causado furor en la sociedad; hoy día quien más o quien menos tiene una tablet, un smartphone último modelo o la versión mega avanzada de la videoconsola de moda. Y es que estar a la última en cuanto a tecnología se refiere está bien, pero los expertos en salud advierten de la aparición de nuevas patologías y trastornos de conducta asociados a las nuevas tecnologías.
Depresión, fobias, e incluso lesiones son sólo algunas de las 'ciberenfermedades' que el uso abusivo de las TIC pueden causar. Si uno se fija nada más en las buenas noticias que la gente publica en las redes sociales, podemos pensar que todo el mundo tiene una vida mejor que la nuestra y caer en depresión. En la misma línea está la dependencia de los juegos en línea. El jugador siente la necesidad de competir con otros internautas. El fenómeno está en alza y en algunos países, como Corea del Sur (el 8% de la población entre 9-39 años es adicta), se prohibe el acceso a los juegos en línea entre las 00.00 y las 6.00 horas a los menores de 16 años. Y es que la posibilidad de estar todo el día conectado a internet produce en el individuo una relajación intelectual. Otro estudio de las universidades Columbia, Harvard y Wisconsin destaca que poder consultar cualquier duda en internet hace que el cerebro tenga menos capacidad para retener la información.
Internet es también un caldo de cultivo excelente para los hipocondríacos, que se ponen de los nervios leyendo cualquier síntoma de enfermedades a través de la red.
Pero sin duda, una de las patologías más frecuentes en la actualidad es la de la nomofobia, o miedo a estar sin el móvil además de los que comprueban a cada instante si han tenido alguna llamada o notificación en su terminal, es el síndrome de la 'vibración fantasma' un hecho que vincula cualquier estímulo con el móvil.
Los especialistas en salud también advierten que el uso prolongado de los dispositivos tecnológicos pueden dañar la vista, provocar dolencias musculares o patologías como la tendinitis por malas prácticas al utilizar los aparatos.
En definitiva, la tecnología está bien pero siempre en su justa medida. Si notas algún síntoma de los anteriormente descritos... dale un respiro a tu cerebro y sal a pasear.