Los campus ven una nueva via de éxito para crecer en formación.
Las universidades buscan formas de expansión dentro de la oferta y la demanda en educación.
La Formación Profesional es la clave a la oferta y la demanda de la educación. Las universidades privadas se plantean esta rama a explotar desde sus centros. Antes vistas como la formación que nadie quería sino los que no llegaban a la Universidad. Ahora el planteamiento es otro.
La universidad Europea de Valencia y el CEU son las primeras en lanzarse. Las cifras de matriculación en fp hace que las instituciones universitarias se lo hayan planteado abriendo centros privados de FP.
La Comunidad Valenciana autoriza a CEU para comenzar el próximo curso con cuatro ciclos de grado superior de las familias de Imagen y sonido y de Sanidad. En el primer caso, se trata del título de Realización de proyectos audiovisuales y espectáculos, que tendrá dos cursos presenciales con 30 plazas cada uno.
En cuanto a la rama sanitaria, se impartirán los títulos de Higiene bucodental, Imagen para el diagnóstico y Radioterapia. Todos ellos ofertarán también 30 plazas en los dos cursos.
Interesante es para las universidades ya que la FP sigue siendo pasarela para la Universidad sin tener que pasar Selectividad ni Bachillerato, sino con el titulo de formación profesional.
Las instituciones académicas quieren un perfil de alumno con capacidad rápida de incorporación al mercado laboral formándose bajo principios de excelencia académica y profesional.
Decir que estudias tu FP en la universidad da un valor al mismo, además el perfil de estudiante de más de 30 años se siente más cómodo ir al campus universitario que ir al instituto.
Además ofrecerá servicios de calidad universitaria como el acceso a servicios adicionales: deportes, idiomas, biblioteca, conferencias o charlas.
Podría ser una FP más elitista ya que diferencia la oferta que puede ofrecer un instituto de secundaria. Ofrece mayor conexión al mundo empresarial debido al contacto que obtiene con las empresas. Todo ello se paga, mientras que en el instituto público el coste es mínimo, en el campus puede llegar a costar entre 6.000 a 7.000 euros.