El directivo de hoy debe enfrentarse continuamente al cambio, hacer de él una ventaja y anticiparse siempre a las nuevas situaciones.
Para competir en el mercado global, los directivos y ejecutivos se ven obligados a desarrollar nuevos comportamientos y habilidades de liderazgo. El estilo de liderazgo del directivo es el eje principal sobre el que recae el éxito empresarial en este siglo. Hoy se exige un liderazgo 360º en todos los ámbitos empresariales. En caso contrario simplemente no se es líder, porque el liderazgo ejerce influencia sobre las personas e inspira, motiva y dirige las actividades para alcanzar metas.
El directivo hoy debe no sólo gestionar el cambio sino también desde el cambio. Para conseguirlo es necesario conocer los grandes retos que se producen en el mundo. Gestionar desde el cambio significa considerar el cambio como algo cotidiano, normal, incontestable e inexorable. No como una desgracia sino como una ventaja y un reto.
Para poder estar en este entorno profesional competitivo debemos conocer los grandes retos que se producen en el mundo y ver cómo nos afectan, qué nos aportan, qué oportunidades se abren, qué limitaciones nos ponen y tomar parte en ellos.
Cada directivo debe mirar dentro de su sector y estar al día de quién está liderando el mercado, por qué, qué problemas tiene el sector (políticos, de globalización, etc.), cómo está el mercado laboral en este sector, qué obstáculos y ventajas con respecto a otros mercados en otros países.
La capacidad fundamental del directivo para este entorno competitivo y cambiante es la anticipación. La capacidad de crear una visión positiva, la de imaginar siempre algo mejor, que nos posiciona a cambiar nuestras circunstancias actuales, nuestros procesos actuales, nuestros resultados actuales en una situación mejor, es lo que marca la capacidad de liderazgo de un directivo.
Solo si siempre estás imaginando algo mejor entras en la creatividad necesaria para poder anticiparte, creando una nueva realidad cada día y así materializar una innovadora oferta a un cliente, un nuevo producto o servicio, una nueva forma de dirigir tu departamento, tu compañía de manera más eficaz y motivador para tus trabajadores, etc.
La capacidad fundamental que te va a ayudar a triunfar en el mundo competitivo y cambiante es la capacidad de imaginar siempre algo mejor, intentando anticiparse a las circunstancias y adaptándose lo más rápidamente a los cambios que vienen, intentando crear algo innovador al adaptarte.