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Ya está en las librerías y en internet el nuevo libro “Que hacen los buenos directivos. El reto del siglo XXI“, un manual sobre la buena práctica de los líderes de las empresas.

El liderazgo y la dirección es una de las cuestiones más importantes de la práctica empresarial en este siglo. Cuántas veces hemos escuchado a los trabajadores quejarse de que su jefe no tiene las dotes necesarias para llevar la empresa a buen puerto, o que no sabe tratar a sus empleados.

Conscientes de esta necesidad, expertos en dirección empresarial como Jaume Llopis, profesor de la escuela de negocios IESE Business School, ha publicado un libro sobre la buena práctica de un directivo. Según el profesor Llopis, las claves para convertirse en un as en el mundo de la dirección empresarial son las siguientes:

Anticiparse a la situación

Sin duda uno de los errores que pueden haber provocado la actual crisis económica en España y en su tejido empresarial ha sido la falta de previsión. Quizá realizar previsiones para todo un país puede ser un proceso más complejo, pero para que una empresa funcione correctamente, se necesita analizar los problemas que pueden surgir y buscar soluciones para evitar daños mayores.

Conocer el mercado, al cliente y sus necesidades

Los mercados cambian, la demanda cambia y obviamente el perfil de clientela ha variado sustancialmente de unos años a esta parte. Por ello, un buen directivo tiene que estudiar lo que su cliente quiere, escucharle y de ese modo desarrollar un producto o servicio que cubra las necesidades de nuestro cliente.

Cuidar a su equipo

El capital humano es el pilar de una empresa; para asegurar el buen funcionamiento de la misma, un buen líder tiene que cuidar a su equipo, motivar, respaldar, escuchar sus necesidades, gestionar su talento y aplicar técnicas de inteligencia emocional para que sus empleados se sientan cómodos en sus quehaceres diarios.

Definir una estrategia

Obviamente, una buena política estratégica pasa por una planificación estableciendo propósitos globales, compartiendo valores con los empleados y empresas similares, aunar esfuerzos para mejorar y estar abierto a nuevas ideas.

Como se puede comprobar, la labor de dirección no es para nada sencilla, pero entre todos, y apostando por las personas, se puede lograr el objetivo común de alcanzar el éxito sin descuidar ningún eje de la organización empresarial.

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