El estrés al que están sometidos los directivos actuales hace necesaria la presencia de coaches que les ayuden a canalizar esa tensión y convertirla en beneficios para llevar un mejor liderazgo.
Tomar decisiones en el ámbito de la dirección empresarial no es nada sencillo; los ejecutivos actuales se enfrentan a situaciones estresantes que pueden afectar negativamente su actuación como líderes y por ello necesitan ayuda externa para saber canalizar mejor toda esa tensión y ayudar a poder decidir lo que es mejor para el proyecto o para el propio equipo.
La figura del coach ha tomado importancia en los últimos años, siendo una herramienta muy útil para los CEO de las grandes empresas. La metodología del coaching se basa en preguntas y ejercicios. Las preguntas son abiertas; funcionan como un espejo donde la persona se pueda ver y ser más consciente de cómo está viviendo su vida, además de visualizar los cambios necesarios y hacía donde quiere ir. Estas preguntas que a priori son más personales se extrapolan hacia el mundo laboral, siendo capaces de detectar las cualidades que todo directivo tiene y cómo hacerlas más evidentes para los demás en beneficio mutuo y del equipo.
El nuevo liderazgo implica escuchar y la preocupación por el bienestar del equipo. También destaca el reconocimiento del trabajo y el fomento de la empatía. Además, los expertos indican que el liderazgo no entiende de género; muchas veces ocurre que son las propias mujeres las que se sienten culpables y se sabotean en las reuniones o a la hora de emprender proyectos sintiéndose por debajo del hombre; sin embargo, para los coaches, el sexo no es lo importante, sino que se puede y se debe trabajar para que se dejen atrás las culpas y los miedos y se pueda salir adelante y asumir roles de líder independientemente de si se es hombre o mujer.