El opositor que se esté preparando unas oposiciones no debe bajar la guardia con el buen tiempo. Bajar el ritmo de estudios en esta época puede ser clave para no aprobar unas oposiciones.
A la hora de prepararse unas oposiciones es fundamental organizarse y crear un horario que el opositor cumpla en todo momento. Crear unos hábitos y cumplirlos es primordial cuando se persigue un objetivo: aprobar unas oposiciones.
El prepararse este tipo de exámenes implica sacrificio personal, al igual que cuando se estudia durante la carrera. Pero este sacrificio no implica exclusividad. El opositor debe aprender a conocerse y saber cuáles son los momentos en los que más concentración necesita.
El calor del verano y las ganas de vacaciones hace más difícil que el opositor quiera ponerse ante los libros. La mentalidad debe cambiar ya que no hay que centrarse en una única cosa: estudiar o disfrutar. Ambas se pueden combinar y sacar tiempo para ellas en vacaciones.
Con la llegada del buen tiempo son muchos los opositores que buscan la concentración máxima en bibliotecas o salas de estudio, lejos del bullicio de la gente y del calor. Partiendo de la base que el opositor es el que conoce su capacidad de concentración y su nivel de rendimiento generalmente no es bueno que se encierre exclusivamente en el estudio.
Hay lugares igualmente válidos para el estudio y con los que el opositor puede disfrutar del verano sin tener que renunciar a cumplir sus horas de estudio. Combinar actividades y estudio permite que el opositor llegue a mejorar su estado de ánimo y logre un positivismo que de otra manera sería imposible.
El estado de ánimo del opositor y el ser capaz de disfrutar y continuar con la formación es fundamental para adquirir unos hábitos que le sirvan a la hora de planificarte. Si no disfruta de la vida su estado de ánimo empeora y las consecuencias de ello es que necesitará más horas de estudio para concentrarse.
El opositor que sea capaz de conocer su capacidad de concentración le permitirá disfrutar más de la época en la que vamos a entrar: las vacaciones.
Irse de vacaciones no significa olvidarse de las oposiciones, hay que seguir estudiando de la misma manera y con los mismos horarios (con alguna modificación).
Es por todo ello que si el opositor va a disfrutar de unos días de vacaciones debe llevarse con él lo necesario para continuar su estudio. En verano hay opositores que optan por estudiar en la piscina, en el césped, en la playa, en un hotel, etc. De esta manera puede compaginar el ocio con los estudios sin perder el hábito adquirido días atrás.
Durante las vacaciones debe haber tiempo para todo: salir, visitar lugares turísticos, ir a la playa, practicar deporte y también para estudiar. Saber aprovechar el tiempo al máximo le motivará al día siguiente cuando compruebe que no sólo no ha dejado de estudiar si no que ha disfrutado de otras actividades.
Todo este esfuerzo en días de vacaciones se verá compensado cuando el opositor se presente a los exámenes.