La diabetes es capaz de desencadenar un sin numero de afecciones, es por ello que para llevar un cuerpo y mente sano es necesaria la buena alimentación y el ejercicio.
Las personas diagnosticadas con diabetes en la mediana edad (50 años) parecen tener un mayor riesgo de tener problemas cognitivos y de memoria a medida que envejecen que aquellos con niveles de azúcar en sangre más saludables.
El estudio se ha basado en los datos del Atherosclerosis Risk in Communities Study (ARIC), que en 1987 comenzó a seguir a un grupo de 15.792 adultos de mediana edad. Los participantes fueron analizados en cuatro veces entre 1987 y 1989 y otra vez entre 2011 y 2013.
Los expertos han comparado el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento normal con el observado en los participantes del ensayo. De esta forma han visto que los pacientes con diabetes mal controlada presentaban un deterioro cognitivo de un 19% mayor de lo esperado; y aunque menor, también se apreciaba un mayor declive neurológico en aquellos que tenían diabetes controlada y prediabetes.
La diabetes tipo 2, en particular, se ha relacionado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer. Varios mecanismos se han propuesto para explicar esta asociación. La diabetes puede causar daño a los vasos sanguíneos y promover la formación de placas de proteínas en el cerebro, afectando la función cognitiva. Además, la resistencia a la insulina y los altos niveles de glucosa en sangre pueden tener efectos tóxicos directos sobre las células cerebrales.
Para prevenir la diabetes es necesario tener un control de peso, ejercicio y dieta saludable para prevenir la diabetes. Salvin señala que incluso perdiendo sólo entre el 5 y el 10% del peso corporal se puede evitar que alguien desarrolle diabetes. «Sabemos que el exceso de glucosa en sangre puede dañar los tejidos y el sistema vascular, además de que la diabetes está asociada con la ceguera, el daño de los nervios de las extremidades y la enfermedad renal».Es importante el tener un control en cuanto a enfermedades de carácter vascular que podrían afectar en el ámbito cerebral.