Una propuesta educativa para que niños y adolescentes aprendan a dialogar, investigar y pensar por sí mismos.
El modelo pedagógico Filosofía para Niños, persigue el objetivo de aprender a pensar, iniciado en Estados Unidos a finales de los años sesenta y que se aplica hoy en día en miles de escuelas de todo el mundo. La filosofía es el cauce para que niños y jóvenes aprendan a dialogar, pensar por si mismos e investigar para lograr alcanzar un aprendizaje significativo no sólo de esta materia, sino del resto de asignaturas curriculares.
El niño pregunta. El profesor responde. ¿Por qué no dejar que piensen ellos mismos la respuesta y utilicen su capacidad de razonar? 'Si queremos adultos que piensen por sí mismos, debemos educar a los niños para que piensen por sí mismos'. Es el objetivo que se marcó el profesor universitario estadounidense Matthew Lipman cuando en 1969 comenzó a desarrollar una propuesta pedagógica diferente a la que se aplicaba en aquellos momentos en las escuelas norteamericanas.
La idea surge tras la constatación de Lipman de que en las escuelas no se desarrollaba de modo eficaz la capacidad de razonamiento de los estudiantes, labor fundamental para aprender a adquirir y argumentar un pensamiento crítico y creativo de adultos. La disciplina más adecuada para promover estas aptitudes es la Filosofía. No se trata de de potenciar o introducir esta asignatura en el curriculum de los estudiantes, sino de incorporar a la actividad académica el ejercicio que propone esta materia: filosofar.
Los temas tradicionales de la Filosofía son el referente sobre el que se apoyan Lipman y su colaboradora, la pedagoga Ann Sharp, para elaborar un completo programa pedagógico que aporta a los docentes las herramientas básicas para estimular en sus alumnos las capacidades de observación, análisis, interpretación y creatividad durante toda la etapa educativa.
Los creadores de Filosofía para niños proponen un modelo de trabajo en el aula plagado de actividades que invitan a los niños y jóvenes a explorar su pensamiento y a reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje a partir del asombro y la curiosidad. La base fundamental del programa son un conjunto de novelas y relatos filosóficos, clasificados por edades, en los que los protagonistas son niños con inquietudes y problemas similares a los de los estudiantes. Las situaciones cotidianas que se suceden en las novelas sirven de punto de partida para introducir las destreza y temas filosóficos que se quieren desarrollar en cada grupo escolar.
El profesor cuenta para ello con unos completos manuales de apoyo diseñados para facilitar la aplicación del programa. Incluyen ejercicios, planes de discusión, pautas de evaluación y propuestas adecuadas para incentivar el intercambio y el diálogo de ideas y pensamientos entre los alumnos sobre los temas tratados en la lectura. Para un correcto desarrollo del programa en las escuelas, Lipman y Sharp han diseñado también un programa de formación para profesores en el que expertos en el proyecto les preparan para aplicarlo en sus centros y les aportan las directrices básicas y las técnicas fundamentales.