FORMACIÓN Y SALARIO

Según un estudio de la consultora ICSA el nivel de formación esta íntimamente relacionado con la retribución salarial, en estos tiempo de crisis la formación debe tomarse como una inversión a largo plazo

Las empresas tienen más dificultades para conseguir financiación bancaria, con lo que les da menos margen de maniobra para invertir y competir. Una de las consecuencias de esta crisis globalizada es que se engrosan las listas del desempleo. Entonces, se encienden las alarmas para los estudiantes y vuelve la pregunta antes de continuar la formación intermedia: ¿Seguir estudiando una carrera en la Universidad? ¿Decantarme por la Formación Profesional? ¿Especializarme en un empleo técnico y formarme en la empresa? Ante estas dudas, que para muchos jóvenes son existenciales, la consultora ICSA Recursos Humanos en colaboración con La Salle ha dejado claro en un reciente estudio que las retribuciones salariales más altas están vinculadas con un grado formativo más elevado.

Si los estudiantes del presente quieren ser emprendedores o directivos o profesionales cualificados del futuro, con una nómina por encima de la media española (a partir de los 36.000 euros brutos anuales), debe hincar el codo en casa o en la biblioteca y sacrificar parte de su vida personal para formarse. Mientras que la tasa de paro general ha pasado en el último año de un prometedor 7,95 por ciento a un desalentador 10,44 por ciento, y la creación de empleo ha sido de apenas un 0,3 por ciento, el desempleo en los profesionales con formación superior se ha mantenido por debajo del 6 por ciento y el empleo ha crecido un 3,3 por ciento. Parece evidente que no llueve igual para todos. Ni tampoco todos cobran lo mismo.

La mayor parte de los directivos consultados en empresas de distintos sectores concluyen que una mayor formación, cualificada y de calidad (teórica, práctica y que incluya el dominio de dos o tres idiomas en comprensión escrita y oral) se traduce por una nómina más abultada al final de mes.

Y es que las ofertas de empleo en España en el último año han caído un 20 por ciento, el mismo porcentaje que ha crecido el número de candidatos que se presentan para cada una de ellas, a la vez que también ha bajado el nivel retributivo de las mismas debido a la crisis. Pero sin tener en cuenta esta caída en la contratación debido a que las empresas se decantan por no renovar ni ampliar sus plantillas, el informe resalta que los jóvenes con formación universitaria cobran más que los que no la tienen.

Por niveles profesionales también se da el caso de diferencias en cuanto a la retribución. Entre los directivos, el año 2007 los que tenían estudios universitarios cobraban 61.739 euros brutos al año y los que no procedían de estos estudios universitarios 51.975 euros. En el año 2008, los directivos con titulaciones universitarias cobraban al año un sueldo de 70.276 euros y los no universitarios cobrarán este año un total de 63.337 euros. También se da el caso en esta rama profesional, que la mayoría de los directivos coinciden en que tienen estudios universitarios (el 88 por ciento), mientras que sólo el 12 por ciento proviene de otras formaciones.

Dentro de los directivos, en función de su grado de titulación y de sus años de dedicación, las retribuciones varían en España. Un directivo que ha cursado un máster o postgrado cobra de media anual 73.775 euros; si ha obtenido una licenciatura, 70.207 euros brutos anuales, y con una diplomatura, un directivo puede alcanzar una retribución anual de 61.312 euros.

En opinión de Poveda, cuanta más formación tiene una persona más diferencia retributiva consigue respecto a trabajadores menos formados y también comporta más estabilidad en el trabajo y mayor responsabilidad, circunstancia que se acentúa en época de crisis, 'en la que se reafirma el valor de la educación'.

El impacto retributivo de la formación crece conforme pasan los años y aumenta la vida laboral. Los que contratan valoran mucho la mayor capacidad de cambios y adaptación a los ciclos del mercado laboral que da la formación, tener un nivel más alto de titulación permite acceder a ciertos puestos de trabajo y en tiempos de crisis hay más personas interesadas en invertir en formación, aunque el retorno directo de esta inversión no se da a corto plazo, sino a largo plazo.

La arquitectura vinculada a la edificación de vivienda es una profesión que, en este momento, está a la baja, mientras que lo más demandado entre universitarios son las personas con formación tecnológica y gestores. El estudio también muestra cómo la retribución de la población universitaria con máster y postgrados, que suelen ocupar puestos directivos, ha caído un 0,1 por ciento, entre otras cosas, porque la crisis dificulta que los directivos alcancen sus objetivos y porque los nuevos directivos entran en el mercado con unos sueldos más bajos.

La retribución media también ha caído un 1,5 por ciento entre los trabajadores que han estudiado cursos de Formación Profesional FP1 debido a que las empresas que invierten poco en formación 'difícilmente' sobreviven a las crisis, ya que las que tienen una visión a largo plazo tienen más capacidad de reorientar su actividad hacia nuevos nichos de mercado.

En el resto de segmentos profesionales, un mando intermedio universitario puede cobrar 35.621 euros al año, mientras que otro sin esta especialización ganará este año cerca de 32.200 euros. La retribución media de un mando intermedio con una formación de máster o postgrado alcanza los 37.960 euros brutos anuales; si ha obtenido una licenciatura, 35.700 euros, y con una diplomatura puede llegar a alcanzar los 33.790 euros.

Entre los profesionales empleados las retribuciones son sensiblemente inferiores en las empresas en función de si ha cursado estudios superiores o no. Para los primeros, a lo largo de este año cobrarán 21.348 euros, mientras que los no universitarios bajarán su retribución hasta los 17.529 euros. Las retribuciones por parte de los operarios en una organización empresarial también difieren si éstos han pasado por la Universidad o no lo han hecho. Un operario con formación superior puede alcanzar una nómina anual de 16.475 euros, mientras que el mismo operario desempeñando otra función en la empresa, pero sin estudios de este grado, cobrará 16.529 euros.

Cabe destacar que, según el estudio de ICSA Recursos Humanos, el 92 por ciento de los operarios no tiene estudios universitarios, mientras que el 8 por ciento restante sí que los dispone. Estos datos demuestran que ante la crisis económica, las formaciones universitarias todavía siguen siendo las mejor pagadas de un mercado en contínuo cambio.

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