Una nueva obsesión entra a formar parte del plan de prevención de riesgos en el sector de las TIC.
La infobesidad es la obsesión por leer, categorizar y contestar los emails, provocando angustia constante, frustración, impotencia y un fuerte estrés, que acarrea riesgos sociales y psíquicos para los empleados y empobrece a la empresa.
Según Caroline Sauvajol-Rialland, profesora de la Universidad Católica de Lovaina (UCL) y de Sciences Po Paris y responsable de este estudio, más del 90% de las personas con responsabilidades en las empresas cree que el flujo de información que gestionan es excesivo, en tanto que el 70% admite que está saturado por los datos que maneja.
La “sobrecarga de información” provoca además interrupciones cada siete minutos aproximadamente, y cada trabajador emplea el 30% de su jornada laboral en atender las llamadas o los emails, que cada vez exigen más inmediatez a la hora de responderlos, de manera que el propio empleado contribuye también a incrementar el exceso de intercambio de información, haciendo del uso de las nuevas tecnologías, creadas para gestionar de manera más simple y eficaz el flujo de información, un arma de doble filo, que los responsables de derechos humanos, los sindicatos y los expertos en prevención de riesgos laborales empiezan a tener en cuenta.
Según IMF Smart Education más del 50% de los usuarios dedican dos horas como mínimo al día para revisar sus correos electrónicos. esta adicción pone en peligro no solo la estabilidad emocional, sino también, impide administrar normalmente sus mensajes y señala que dado el incremento de la Infobesidad se vienen organizando diversos cursos y seminarios orientados a cómo gestionar el exceso de información, sin caer en el estrés y la ansiedad que gestiona esa actividad.
Para Sauvajol-Rialland, es importante reconocer el derecho al descanso, la investigadora asegura que el uso por parte de los empleados del ordenador portátil u otros dispositivos móviles para recibir mensajes de la empresa incrementa su estrés y mina, al final, la productividad de la compañía, por lo que recomienda a las empresas a instaurar estrategias de prioridades. No todo puede ser urgente y una persona no puede atender a todos los correos que van surgiendo en el día.
Poder cerrar el correo al menos una hora antes de que termine el horario de trabajo es una opción para eliminar el estrés y poder centrarse en las actividades que están aún pendientes, finaliza diciendo la Licenciada.